Con frecuencia cada vez mayor, los pacientes preguntan sobre el uso de terapias coadyuvantes o alternativas, y en la mayoría de los casos no disponemos de una información de calidad al respecto.
Recientemente la EULAR (European League Against Rheumatism) ha desarrollado una serie de recomendaciones sobre estas prácticas o terapias que deberían ser tenidas en cuenta en la atención a los pacientes. La sistemática ha sido la habitual, con revisión de las evidencias y clasificación de éstas según la Guía del Centro de Oxford para MBE. Estos son los principales resultados:
- La educación sanitaria sobre la enfermedad y el manejo por el paciente de la sintomatología tiene una moderada evidencia en la artrosis en general, y en la artrosis de cadera y rodillas en particular. Pero presenta una evidencia débil en la artritis reumatoide, en las espondiloartritis y en la artrosis de manos.
- El uso de órtesis tiene evidencia débil en todos los casos.
- La pérdida de peso tiene una evidencia débil en la artritis reumatoide y en las espondiloartropatías, y moderada en la artrosis.
- Las intervenciones psicológicas, sin diferenciar entre los diferentes tipos, demuestran una evidencia moderada en la artritis reumatoide, las espondiloartropatías y la artrosis en general.
- La realización de ejercicio tiene una evidencia moderada de eficacia en la artrosis (ejercicio en general para la artrosis en conjunto, para la artrosis de cadera y rodilla, ejercicio aeróbico para la artrosis en conjunto y para la artrosis de rodilla, ejercicios de fuerza y resistencia para la artrosis en conjunto, y para la artrosis de cadera y rodilla, Tai Chi o yoga para la artrosis en conjunto y para la artrosis de rodilla); sin embargo la fuerza de la evidencia es débil en patología inflamatoria.
- La acupuntura, en la artrosis de rodilla, tiene un grado moderado de evidencia de eficacia, pero no en otras patologías.
- El uso de balneoterapia tiene un alto grado de evidencia de eficacia en la artrosis en general, pero este grado es débil cuando se han analizado otras patologías o artrosis en localizaciones concretas.
- La termoterapia tiene una fuerza de evidencia baja-muy baja en todos los casos. La aplicación de ultrasonidos, magnetoterapia, laserterapia, radioterapia o diatermia, tiene una evidencia baja-moderada en la artrosis de rodilla; en las demás situaciones la fuerza de la evidencia es baja.
- La movilización manual de las articulaciones por un terapeuta tiene una evidencia moderada en la artrosis de mano, y débil en las demás situaciones.
La conclusión es que la terapia convencional, especialmente la farmacológica, continúa siendo el centro del abordaje terapéutico para el control del dolor en estos pacientes. Existen otras revisiones EULAR desarrollando la evidencia disponible para las diferentes medidas terapéuticas.
El cuidado centrado en el paciente continúa siendo la base de todas las medidas terapéuticas y debe facilitarse al paciente suficiente información para que comprenda su enfermedad, las expectativas del tratamiento y la importancia de una buena adherencia.