La gran discapacidad física de origen neurológico aparece como consecuencia de un accidente cerebrovascular, una lesión medular, un traumatismo craneoencefálico y otros trastornos del desarrollo neurológico, como la parálisis cerebral. La irrupción de una gran discapacidad física en la vida de una persona es devastadora; genera una drástica limitación funcional, que dificulta su participación en actividades y su vida cotidiana. Se estima que los individuos con discapacidad realizan una actividad física moderada y la mitad de las actividades de ocio que las personas sin discapacidad. El efecto de la actividad física y deportiva sobre el bienestar de quienes sufren una gran discapacidad está poco estudiado. Por este motivo, los autores de este estudio se propusieron analizar la repercusión de la actividad física, el deporte y la rehabilitación física en el bienestar psicológico de los individuos con discapacidad de origen neurológico.
Para ello realizaron un estudio prospectivo en el que incluyeron a 160 pacientes afectados por algún tipo de discapacidad física de origen neurológico. Se evaluó a los sujetos mediante el índice de bienestar psicológico; se trata de un cuestionario autoadministrado que incluye seis dimensiones (ansiedad, depresión, bienestar positivo, vitalidad, autocontrol y salud general) y que, adicionalmente, permite obtener una puntuación total que se corresponde con un índice de bienestar global. Los participantes en el estudio fueron clasificados, según el tipo de ejercicio físico que practicaban, en los siguientes grupos: rehabilitación, deporte de mantenimiento, deportistas de competición y sedentarios.
De los 160 pacientes valorados, el 78,6% eran varones, con una edad media de 37,6 años. El 55% de los pacientes presentaban una lesión medular, el 5% tenían una enfermedad degenerativa, el 13,8% habían sufrido un accidente cerebrovascular y el 5% un traumatismo craneoencefálico. Los resultados indican que los participantes se diferenciaban en su bienestar personal en función del tipo de práctica deportiva, observándose diferencias en ansiedad, depresión, vitalidad, autocontrol y salud en general. Los tres grupos de pacientes que realizaban algún tipo de actividad física o deportiva experimentaban menores niveles de ansiedad y depresión que los pacientes sedentarios. Respecto a la vitalidad y el autocontrol, los tres grupos que practicaban actividad física presentaron unas mejores puntuaciones que el grupo de sedentarios. En cuanto a la salud en general, se constataron diferencias entre el grupo de deportistas de competición y el resto de grupos, siendo las puntuaciones más elevadas en los competidores. Por último, el grupo de pacientes sedentarios presentaron los valores más bajos en bienestar global.
Con estos resultados, los autores concluyen que en las personas con gran discapacidad la práctica de actividad deportiva, especialmente la competitiva, repercute en un mayor bienestar psicológico. La rehabilitación física y la práctica deportiva estructuradas son de utilidad para mejorar el bienestar de los individuos con discapacidad.
Medina J, Chamarro A, Parrado E. Efecto del deporte en el bienestar psicológico de las personas con gran discapacidad física de origen neurológico. Rehabilitación. 2013; 47: 10-15.