La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se considera un problema de salud pública mundial por la morbimortalidad que ocasiona.
Sabemos de la asociación de tabaquismo y EPOC, pero existe un porcentaje muy elevado de pacientes, de un 25-55% según diferentes fuentes, que nunca han fumado, por lo que existirían otros factores de riesgo de desarrollar EPOC no relacionadas con el consumo de tabaco.
Así, los autores del trabajo que se comenta intentan determinar la prevalencia de pacientes con EPOC que nunca han sido fumadores, e investigar qué factores de riesgo caracterizaban a este grupo de no fumadores, a diferencia del grupo de fumadores con EPOC.
Los autores diseñaron un estudio descriptivo transversal en el que participaron 2.013 pacientes diagnosticados de EPOC (confirmada por espirometría con prueba de broncodilatación), incluyendo a mayores de 40 años, y recogiendo diferentes variables: sexo, índice de masa corporal, nivel de estudios, tabaquismo y grado de dependencia, comorbilidad asociada, número de exacerbaciones graves y hospitalizaciones, factores de riesgo cardiovascular, antecedentes de asma, grado de disnea y percepción de la calidad de vida medida por el Europan Quality of Life-5 Dimensions (EuroQol-5D).
Del total de los 512 pacientes diagnosticados por EPOC que incluyeron los autores, 170 nunca habían fumado (un 59% mujeres). La media de edad de los fumadores era de 72,5 años, mientras que la de los no fumadores era de 68,1 años. La espirometría contempló unos niveles medios de volumen espiratorio forzado en el primer segundo de 70,5 en los no fumadores, superior a la media obtenida por los fumadores, que era de 62,6. Los fumadores presentaban un nivel de gravedad de la EPOC (según la clasificación GOLD) superior a los no fumadores, de casi el doble. El grupo de fumadores presentaba una mayor prevalencia de diabetes mellitus y una menor tasa de vacunación antineumocócica, así como un peor pronóstico. Igualmente, tuvieron más hospitalizaciones previas y una peor calidad de vida, todo de forma estadísticamente significativa.
Los autores tipifican al paciente no fumador como mujer de mayor edad, con escasa titulación académica y con un grado leve de obstrucción pulmonar, que se traduce en una buena calidad de vida, con escasa prevalencia de diabetes mellitus y sin exacerbaciones previas.
Los autores consideran que la EPOC está aún más infradiagnosticada en los no fumadores y, al ser una afección de menor gravedad que en los fumadores, estos pacientes no suelen acudir al médico, o bien el propio médico no la diagnostica al considerar esta entidad clínica ligada únicamente al tabaquismo, por lo que creen que una búsqueda activa sería clave para instaurar de forma precoz medidas preventivas y evitar el desarrollo de una posible inflamación crónica sistémica.
Los autores concluyen que hay una alta proporción de no fumadores entre los pacientes con EPOC que debe identificarse para evitar la progresión de la enfermedad. Asimismo, el menor nivel de estudios y el sexo podrían considerarse marcadores de mayor exposición a determinados factores, como la contaminación indoor o el humo de cocinas privadas.