A lo largo de seis meses, se hizo seguimiento de 92 pacientes adultos con TDAH e insomnio en que se ofrecían recomendaciones para mejorar el sueño, así como tratamiento farmacológico. Gracias a los consejos de higiene del sueño y a la medicación prescrita, se observó que el insomnio mejoraba en el 72,4% de los casos al cabo de seis meses y que esto se asociaba a menor gravedad de los síntomas del TDAH.
A comienzos de 2020 la Sociedad Española de Neurología (SEN) estimaba que entre un 25-30% de la población adulta española presentaba insomnio transitorio y que un 10-15% sufría de insomnio crónico. Una prevalencia que aún era más alta entre algunos grupos profesionales, por ejemplo, entre los sanitarios, donde el insomnio ya afectaba a un 45% de los mismos.