Esta patología se manifiesta a través de nódulos enrojecidos de rápido crecimiento en zonas expuestas (cabeza, cara, piernas y brazos) que pueden expandirse a los ganglios linfáticos sin provocar dolor ni picor al paciente. “La aparición de pequeñas lesiones en la piel se puede asociar fácilmente a la edad y no a tumores, retrasando el diagnóstico y reduciendo las posibilidades de curación”, ha asegurado Jaume Capdevila, responsable de la Unidad de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Vall d'Hebron y del Instituto Oncológico Vall d’Hebron (VHIO).
A pesar de su alto impacto en la vida de quienes lo presentan, el CCM continúa siendo un gran desconocido socialmente debido a su baja incidencia. En Europa se diagnostican alrededor de 2.500 casos cada año y afecta a un grupo concreto de la población, ya sea por su edad avanzada -habitualmente mayor de 75 años- o por presentar enfermedades concomitantes que provocan un estado de inmunosupresión a los pacientes.
Hasta ahora, estos pacientes no disponían de ninguna opción de tratamiento indicada y su pronóstico resultaba dramático, especialmente en estadio metastásico (entre el 5-12% de los pacientes): menos del 20% de los pacientes de este subgrupo presentaba una supervivencia superior a 5 años.
En palabras de Capdevila, “en CCM metastásico la respuesta a la quimioterapia, aunque se puede observar de entrada, es de escasa duración en la mayoría de los casos y está acompañada de una supervivencia muy corta”. Sin embargo, ha señalado que “si avelumab se utiliza en primera línea, puede controlar el tumor en la mayoría de los pacientes, consiguiendo respuestas en más del 50% de los casos”. Asimismo, ha destacado que “los pacientes respondedores lo son durante un largo periodo de tiempo y su calidad de vida se ve claramente mejorada, al tener un perfil de seguridad mucho más favorable que la quimioterapia previa”.
Por otro lado, ninguno de los pacientes sobrevive al año de tratamiento en segunda línea con quimioterapia, mientras que con avelumab más del 30%responde y, de ellos, más del 50% se mantiene vivo tras un año de tratamiento.