El estudio, dirigido por Esther Garcia-Planella y la diplomada en enfermería Cristina Gely, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, destaca que el 83% de los pacientes afirman haber notado una mejoría en la reducción del dolor a la punción, mejorando la adherencia al tratamiento y la satisfacción del paciente.
Cristina Gely apunta que “los resultados del estudio demuestran que con la nueva presentación de Humira, libre de citrato, el dolor a la punción disminuye notoriamente”. Esto, a su vez, “implica una disminución de la ansiedad pretratamiento y favorece a su vez la adherencia. Para el paciente es muy positivo, ya que comporta una mejor calidad de vida”, añade.
Por su parte, Garcia-Planella, afirma que la administración subcutánea de un fármaco es ventajosa porque “aporta autonomía al paciente en el tratamiento de su enfermedad y esto es muy importante en el ámbito de la EII ya que la mayoría de estos pacientes son jóvenes y se intenta que el impacto de la enfermedad en su vida personal y laboral sea el mínimo”. Asimismo, incide en el valor añadido de los fármacos biológicos subcutáneos, ya que “presentan un menor riesgo de desarrollar reacciones inmunológicas que pueden comportar efectos secundarios y una pérdida de eficacia”.
El estudio mencionado ha sido presentado en el congreso de la Societat Catalana de Digestologia (Girona) y en el European Crohn´s and Colitis Organisation (Viena), y en marzo tienen previsto presentarlo en el congreso de la Asociación Española de Gastroenterología (Madrid).