Las enfermedades reumáticas son patologías crónicas (no se curan), cuyos principales síntomas son inflamación, hinchazón y dolor en las articulaciones, lo que puede limitar su destreza con las manos y dificultar muchas actividades cotidianas. Girar el pomo de una puerta, abrir el tapón de una botella, atarse los cordones de los zapatos o escribir en el ordenador, son tareas que pueden llegar a ser sumamente complicadas para estos pacientes. Gran parte de ellos, tratados con biológicos, se tienen que autoinyectar aproximadamente dos veces cada cuatro semanas, una media de 26 veces al año , una circunstancia que les puede resultar difícil y dolorosa por lo que, en numerosas ocasiones, terminan abandonando el tratamiento.
Así lo avalan también los resultados de un estudio de 2015 en el que se analizan las razones por las que pacientes con artritis reumatoide abandonaron tratamientos biológicos subcutáneos (anti-TNF). El 41% lo hizo a causa de su mala experiencia con la inyección; dolor, ardor y malestar en el momento de la inyección (14%) o después de la misma (13%) fueron las principales causas alegadas. Reacciones en la zona del pinchazo (12%), aversión a la inyección (12%) o miedo a las agujas (7%) fueron otras motivaciones manifestadas por los pacientes.
AutoCliks® es un dispositivo diseñado por pacientes para pacientes que consiste en una pluma precargada que se activa haciendo presión en la zona de la inyección. Entre sus principales características por pacientes desde su propia experiencia están que no dispone de botones, para reducir la posibilidad de error en el momento de la inyección; su mango es ancho y ovalado y está recubierto de goma para mejorar el agarre y la potencia a emplear por parte del paciente; y el área de contacto de la pluma es grande y cómodo a la hora de contactar con la piel.
Además, consta de una amplia ventana que permite visualizar en todo momento el proceso, y su sistema de inyección está dotado de dos ‘clicks’ –uno al inicio y otro al final– que avisan al paciente de la correcta administración del medicamento, aumentando la seguridad de su mecanismo.
Estas plumas son de un solo uso, por lo que el paciente no tiene que manipularlas una vez que se han utilizado, solamente tiene que desecharla en un punto limpio para estos dispositivos.