El síndrome de hipoventilación-obesidad (SHO) debe tratarse con la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) como tratamiento de primera línea, por ser tan eficaz como la ventilación no invasiva y menos compleja y costosa que esta, según el primer estudio que compara la eficacia de ambos tratamientos a largo plazo y que ha sido llevado a cabo por Juan Fernando Masa y otros investigadores del Spanish Sleep Network, impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), y que se acaba de publicar en The Lancet.