Es evidente que entre los departamentos de comunicación del Ministerio de Sanidad y de la conselleria de Sanitat catalana tampoco existe una gran afinidad. La única conclusión extraíble tras la reunión de Dolors Montserrat y Antoni Comín es que cada uno fue a hablar de su libro y que sólo comparten un deseo: que Barcelona sea sede de la Agencia Europea del Medicamento. Como curiosidad, reproducimos a continuación de forma íntegra los comunicados de prensa sobre el encuentro.