Las mujeres que sufrieron diabetes gestacional durante el estudio siguieron unas pautas saludables de alimentación con una ingesta de más de 40 miligramos de aceite de oliva virgen extra al día y frutos secos al menos tres veces a la semana.
Una investigación del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y la Universidad Rovira i Virgili (URV) ha demostrado que el consumo habitual de aceite de oliva virgen disminuye un 51% el riesgo de sufrir una fractura osteoporótica.