Asimismo, los investigadores habían descubierto que algunos antiinflamatorios como el ibuprofeno eran capaces de disminuir la neuroinflamación y a la vez, recuperar la capacidad de aprendizaje y la capacidad motora en modelos animales. Sin embargo, también se había comprobado que estos antiinflamatorios no esteroideos producen efectos secundarios graves como el daño renal tanto en modelos animales de fallo hepático como en pacientes cirróticos.
Con el propósito de encontrar solución a estos efectos secundarios, los científicos siguieron buscando una solución alternativa a través del estudio de los mecanismos de la encefalopatía hepática. Como apunta Vicente Felipo, investigador principal del Laboratorio de Neurobiología del CIPF, «nuestro objetivo terapéutico estaba claro: teníamos que encontrar una nueva diana terapéutica que permitiera eliminar la neuroinflamación en el cerebro sin producir efectos secundarios en el riñón».
El estudio se ha publicado en un artículo de la revista científica Gut, y representa un avance en el conocimiento y tratamiento futuro de la encefalopatía hepática. Como señala Felipo, «el trabajo demuestra que los inhibidores de p38 disminuyen la activación de la microglía y por tanto la neuroinflamación en el cerebro de modelos animales de encefalopatía hepática, todo ello sin producir un efecto secundario de daño renal que producían otros antiinflamatorios como el ibuprofeno».
La encefalopatía hepática es un síndrome neuropsiquiátrico que se observa en pacientes con enfermedades del hígado. Esta dolencia agrupa una gran variedad de alteraciones que van desde cambios mínimos en la personalidad y en los períodos de sueño y vigilia, hasta alteraciones de la función cognitiva y de la actividad y coordinación motoras. En los casos más graves puede conducir al coma y a la muerte.
De esta forma, los investigadores han hallado una nueva diana terapéutica para el tratamiento de la encefalopatía hepática. El proceso del estudio ha consistido en probar inhibidores de la proteína «MAP quinasa p38» en modelos animales de encefalopatía hepática, y comprobar en ellos la disminución de la neuroinflamación y la recuperación de la capacidad motora y de la capacidad de aprendizaje. Según Felipo, «efectivamente, los inhibidores de p38 son capaces de reducir la neuroinflamación y de recuperar las funciones cognitiva y motora, y todo ello sin dañar el riñón».
En la actualidad existen diversas compañías farmacéuticas que están desarrollando inhibidores de p38 para enfermedades inflamatorias crónicas como la psoriasis o la artritis reumatoide. Como explica Felipo, «por esta razón es de esperar que relativamente pronto estén disponibles inhibidores de p38 que podrían ser también aplicados en el tratamiento clínico de la encefalopatía hepática».