Por eso, enmarcado en el mes en el que se celebra la Concienciación sobre el Cáncer de Vejiga, Astellas Pharma ha lanzado, con el apoyo del Grupo Español de Pacientes Con Cáncer (GEPAC), ‘No te despistes’, una campaña que tiene el objetivo de dar a conocer esta patología, sus síntomas y promover una detección precoz.
Y es que, según recuerda Javier Molina, oncólogo médico del servicio de oncología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, “el cáncer de vejiga no es un tumor tan poco frecuente como nos imaginamos o podemos percibir a través de los medios de comunicación”.
Para concienciar sobre este tipo de cáncer, la campaña, que cuenta con su propio sitio web, anima a todas las personas a sumarse al reto haciendo una foto al distintivo de los baños públicos y subiéndola a las redes sociales con el hashtag #nomedespistoconelcancerdevejiga.
Síntomas y riesgos del cáncer de vejiga
En cuanto a los síntomas del cáncer de vejiga, los especialistas recuerdan que la hematuria (o aparición de sangre en la orina) es el principal síntoma de sospecha. Es un síntoma que puede detectarse a simple vista o en un análisis de orina. El cáncer de vejiga también puede ocasionar otras molestias urinarias como flujo de orina reducido o intermitente, esfuerzo y sensación de vaciado incompleto, deseo urgente de ir al baño a orinar sin conseguirlo o dolor o escozor al orinar. Ante la aparición de estos síntomas, es fundamental consultar con un médico, a poder ser con un especialista en Urología.
Este cáncer, el tipo más común de carcinoma urotelial (CU), no se puede prevenir ya que algunos factores de riesgo como la edad, el género y el historial familiar no se pueden controlar. Sin embargo, hay algunas medidas que sí pueden ayudar a reducir el riesgo.
Se sabe que aproximadamente el 50% de los casos están causados por el tabaco, por lo que la probabilidad de padecer esta patología se multiplica por tres en fumadores. Otros factores de riesgo son la exposición a fármacos como la ciclofosfamida, así como a sustancias químicas de uso industrial (algunos metales, tintes, gomas), no beber suficientes líquidos (especialmente agua) y el virus del papiloma humano (VPH).
“El perfil de paciente que solemos ver en consulta suele ser el de varón de alrededor 70 años con hábito tabáquico previo. En esta población tenemos que ser especialmente cautelosos en lo que al diagnóstico de cáncer urotelial se refiere, por su frecuencia. Sin embargo, se estima que la incidencia disminuya en hombres en los próximos años y aumente en las mujeres por el acceso al tabaquismo, por lo que también son importantes las campañas de sensibilización en este colectivo”, explica Molina.
Prevención y detección temprana
Los tumores localizados tienen una supervivencia mayor del 90% a cinco años, mientras que este índice en los metastásicos o deslocalizados, cuando salen del órgano de origen, se reduce a menos del 6%. Por ello, la detección precoz es clave a la hora de diagnosticar el cáncer de vejiga. “Si llegamos a tiempo, como en la mayor parte de los casos, la supervivencia es muchísimo mayor que si llegamos en estadios más avanzados o tardíos”, agrega Molina.
En este sentido, Marcos Martínez Cortés, gerente de GEPAC, advierte de que, “por regla general, los pacientes no acuden al médico de manera temprana, sino que esperan a que haya una progresión de la enfermedad para ponerse en manos de los profesionales”. “Todas las personas que, al ver esta información, detecten que tienen algunos síntomas que pueden ser causantes de un cáncer de vejiga, deben acudir a su profesional médico. En este tipo de enfermedades el tiempo en el diagnóstico es vital no solo para los tratamientos y la calidad de vida del paciente, sino también para su supervivencia”, añade Martínez Cortés.