Al analizar el número de afectados por al menos un resfriado o infección similar, se observó que hubo menos entre quienes tomaron probióticos que entre quienes no los tomaron (34 frente a 44 acatarrados por cada 100 personas). Además, la duración del proceso se redujo 1,2 días de media entre quienes tomaron probióticos. Sin embargo, en ambos casos la certeza de esta evidencia es baja y deberá contrastarse con futuros estudios.
Los efectos adversos de los probióticos han sido estudiados en 8 de los 23 ensayos clínicos analizados en la revisión, incluyendo un total de 2.456 participantes. Estos efectos adversos fueron escasos y leves; en su mayoría, síntomas gastrointestinales, como vómitos, gases (flatulencia), diarrea y dolor intestinal.
Nutrimedia es un proyecto del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra y el Centro Cochrane Iberoamericano que evalúa el grado de certeza de la evidencia científica sobre alimentación y salud. Esta evaluación sobre los probióticos para prevenir el catarro se basa en una reciente revisión Cochrane, que muestra además que estos microorganismos probablemente ayudan a reducir el número de niños y niñas que toman antibióticos para tratar los catarros y otras infecciones respiratorias agudas de vías respiratorias altas.
Propuestas para mejorar la metodología
Los estudios sobre los efectos de los probióticos en los catarros y otras infecciones similares ofrecen resultados con un grado de certeza bajo para los principales beneficios y riesgos analizados, según indica la evaluación. Esto es así, principalmente, porque los participantes en los ensayos clínicos podían saber qué tratamiento estaban recibiendo y algunos ensayos tenían deficiencias metodológicas. Además, el tamaño de algunos ensayos era muy pequeño y los datos de algunos beneficios analizados proceden de solo uno o dos estudios. “Se necesitan estudios más grandes y mejor diseñados para obtener mejores estimaciones de los efectos beneficiosos y posibles efectos perjudiciales del uso de probióticos”, concluye la evaluación de Nutrimedia. “Asimismo, estos estudios no deberían tener vínculos con las compañías fabricantes de los probióticos analizados”.