Este informe cobra especial sentido ante la previsión de que, en 2022, se diagnostiquen alrededor de 280.100 nuevos casos de cáncer en España, y la estimación de que aumente hasta los 341.000 nuevos casos en 2040. Hoy día se producen diariamente más de 300 fallecimientos y unos 760 nuevos diagnósticos, cifras alarmantes que, sin embargo, son desconocidas por una inmensa mayoría de españoles. Adicionalmente, un estudio de la prestigiosa revista The Lancet alerta de que, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, no se realizaron hasta 100 millones de pruebas de detección de cáncer en Europa, lo que se traduce en que un millón de europeos podría tener cáncer sin diagnosticar por este motivo.
Ante esta realidad, el Comité insiste en la necesidad de introducir mejoras, para garantizar una atención coordinada, ágil y de calidad en esta primera etapa del circuito asistencial, pues las numerosas interacciones del paciente oncológico con el sistema sanitario en la fase inicial “no siempre aportan el valor esperado, dificultando su acceso al sistema y generando una confusión añadida”. En este sentido, la información que recibe el paciente es, a menudo, “poco comprensible y discordante”, según los expertos.
En palabras de Rafael López, presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), “el sistema sanitario no siempre está concebido para que la atención que recibe el paciente sea de la máxima calidad, sino que, en muchas ocasiones, responde a necesidades del propio sistema. Esta disociación tiene unos claros efectos indeseados que debemos superar: numerosas interacciones aportan poco valor, aumenta la descoordinación entre niveles, produce retrasos y hace que el paciente se sienta muchas veces confuso y desorientado”.
Por su parte, los pacientes que forman parte de All.Can Spain, coinciden en confirmar esta sensación de sentirse perdidos en el sistema. “En ocasiones, a la honda preocupación que implica el proceso hasta el diagnóstico se añade otra adicional, provocada por el hecho de tener que lidiar con un sistema fragmentado donde no están claros los pasos a seguir, la información que recibimos o el apoyo psicosocial disponible. Deben introducirse mejoras, pues a menudo nos sentimos perdidos a lo largo del circuito asistencial”, explican.
Para revertir esta situación, el informe de All.Can Spain identifica ocho recomendaciones clave:
- Promover, a nivel nacional, una mayor coordinación entre los distintos agentes involucrados en el proceso del diagnóstico de cáncer
- Dotar a los profesionales de Atención Primaria de las mejores herramientas para la identificación de los tipos de cáncer y los síntomas asociados, así como de vías de diagnóstico protocolizadas
- Promover una implantación efectiva y generalizada de clinical pathways o vías clínicas
- Definir el marco normativo del nuevo rol de la Enfermería en el circuito oncológico
- Proporcionar a los pacientes la información adecuada en el momento oportuno
- Ampliar la disponibilidad y la accesibilidad de los apoyos psicosociales
- Garantizar la existencia de comités de tumores, como requisito imprescindible para asegurar la máxima calidad de la atención hospitalaria
- Desarrollar un marco de calidad, centrado en el paciente, para medir, comparar y mejorar la eficiencia y eficacia del diagnóstico del cáncer