Los autores concluyen que la quimioterapia adyuvante deteriora la calidad de vida de mujeres con cáncer de mama, sobre todo en su funcionamiento físico e imagen corporal. La astenia y toxicidad digestiva son los efectos secundarios predominantes. Las mujeres precisan mayor soporte si son mayores, desempleadas, mejor formadas, si su enfermedad está en estadios más avanzados (estadio III) y son tratadas con antraciclinas y taxanos.
Afirman los autores que «en su estado de salud personal deben entrar en consideración otros aspectos diferentes de la mera evaluación y cuantificación de los síntomas causados por la quimioterapia (lo que los oncólogos denominan toxicidad). Aspectos tan diferentes como la imagen corporal y el funcionamiento psicológico, físico y social aparecen claramente afectados, no sólo por la quimioterapia, sino por la propia enfermedad y por otros tratamientos. Por otra parte, algunos efectos secundarios de la quimioterapia pueden ser valorados de forma muy diferente por las propias mujeres y por los profesionales que las atienden.»
En los resultados de este estudio se muestra que es necesario prestar más atención a la astenia, las náuseas y vómitos y anorexia, como síntomas predominantes durante el tratamiento quimioterápico, así como a la alopecia, xerostomía, síntomas oculares, disgeusia y crisis vasomotoras, como síntomas específicos del tratamiento sistémico.
Es destacable el impacto negativo que la quimioterapia adyuvante ocasiona en la imagen corporal de las mujeres. Desde una puntuación relativamente alta al inicio de la quimioterapia se obtiene un descenso significativo en el que, sin duda, están influyendo la caída del cabello y el tiempo necesario para reconocer las secuelas de la cirugía. Las mujeres con estadios más avanzados percibieron, además, mayor amenaza a su integridad corporal.
Los pacientes eran mujeres con mediana de edad de 50 años, con cáncer de mama operable (estadios I, II o III), con capacidad funcional íntegra o apenas afectada y que recibieron quimioterapia basada en antraciclinas o en antraciclinas y taxanos. En cuanto a los factores sociodemográficos y culturales, eran mujeres urbanas, mayoritariamente casadas, de las que sólo una cuarta parte presentaba una situación laboral en activo y cuya distribución en clase social y nivel de estudios estaba equilibrada.