En cuanto a la relación dentro de los equipos de trabajo, el 41% de las médicas afirma haber sufrido actitudes machistas por parte de sus compañeros y superiores jerárquicos (jefes, directores y gerentes). En este sentido, la encuesta corrobora el techo de cristal que impera también en el sector sanitario. El 56% siente que ser mujer limita sus posibilidades de promoción laboral y el 53% asegura que los cargos de responsabilidad de su centro de trabajo los ocupan hombres. En el caso del Institut Català de la Salut (ICS), con un 75% de la plantilla formada por mujeres, sólo el 30% se sitúan en puestos de mando, según datos del II Plan de Igualdad de la empresa pública , que además indica que la brecha salarial es del 11%.
La maternidad genera desigualdad
El 74% de las facultativas cree que la maternidad ha afectado al progreso de su carrera profesional. De hecho, tener hijos se convierte en el principal factor de desigualdad para las médicas, tanto a nivel retributivo como de acceso a cargos directivos y de liderazgo en proyectos de investigación e investigación sanitaria. Entre sus causas se encuentran la mayor petición de reducciones de jornada, excedencias y permisos por cuidado de menores y personas dependientes (70% mujeres y 30% hombres) la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos de mando, especialmente en los de mayor retribución , la reducción del número de horas de guardia que realizan las profesionales médicas y la mayor dificultad para acceder a algunos complementos salariales, así como a los niveles superiores de carrera profesional.
La conciliación, según apuntan las participantes en el estudio del sindicato médico, es la raíz del problema. El 67% asevera que carece de facilidades para conciliar la vida personal y laboral.
Atendiendo a los resultados de la encuesta, para MC es "urgente" que el Departament de Salut aplique "políticas efectivas y no retóricas de igualdad". Por un lado, el sindicato reclama la activación de campañas de sensibilización dirigidas a la población para "erradicar el sexismo de las consultas". Por otra parte, exige que el liderazgo femenino sea el "principio rector de la gestión sanitaria", de modo que la maternidad o el cuidado de personas dependientes no supongan un obstáculo para el desarrollo profesional ni un motivo de discriminación laboral y retributiva.
El sindicato recuerda que la feminización de la medicina es una realidad y el sistema de salud "no puede ser ajeno ni inmovilista" respecto a los cambios y adaptaciones que sean necesarias para garantizar la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.