El Hospital Universitari Vall d’Hebron ha puesto en marcha una nueva Unidad de Arritmias en la que “gracias a la tecnología actual, los electrofisiólogos pueden hacer diagnóstico y tratamiento en una misma sesión”, explica Nuria Rivas, jefa de la nueva Unidad. Por cada quirófano, pueden pasar entre dos y tres pacientes cada día. “Este salto permite atender a más pacientes en un momento en que epidemiológicamente hay un aumento de las arritmias, entre otras cosas, porque la esperanza de vida crece y el envejecimiento de la población se asocia a factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o la diabetes. También porque mejora la esperanza de vida de los y las pacientes con cardiopatías, gracias a tratamientos quirúrgicos y percutáneos, así como la supervivencia de personas que han sufrido un infarto y que con el tiempo pueden desarrollar una arritmia”, describe Rivas.
Tecnología punta
Las salas de electrofisiología de la nueva Unidad de Arritmias cuentan con tecnología innovadora para hacer tratamientos complejos. Disponen de aparatos de rayo X de última generación que permiten minimizar la dosis de radiación, así como sistemas de navegación 3D que permiten visualizar el corazón de los pacientes y los catéteres para tratar las arritmias en tiempo real a través de un ordenador, sin tener que utilizar radiación ionizante, que con el tiempo puede tener efectos secundarios.
“De este modo, podemos evaluar el sistema eléctrico y detectar un error. En caso de taquicardia, la reconstrucción en tres dimensiones de las cavidades cardíacas y su activación eléctrica permite crear mapas de colores del voltaje y la secuencia de activación eléctrica. Esto facilita las ablaciones”, añade Ferran Rosés, coordinador clínico de cardiología pediátrica y experto en el diagnóstico y tratamiento de arritmias durante la edad pediátrica. Estas nuevas tecnologías suponen un salto adelante en los tratamientos de niños y adultos con cardiopatías congénitas.
Dentro de la Unidad de Arritmias
“El eje central de la unidad de arritmias es la sala de electrofisiología cardíaca. Es el lugar donde podemos hacer los estudios invasivos para su diagnóstico y tratamiento. Pero hay otras áreas igualmente relevantes por el seguimiento de nuestros pacientes”, describe Gabi Pascual, enfermero de la Unidad de Arritmias. En la consulta de seguimiento de dispositivos cardíacos implantables se siguen a pacientes portadores de marcapasos y desfibriladores, así como pacientes portadores de Holters subcutáneos de larga duración que pueden ayudar en el diagnóstico del síncope de origen desconocido. Además del control presencial, a muchos de estos pacientes se les ofrece la posibilidad de hacer seguimiento remoto de sus dispositivos mediante un transmisor que dejan en su casa. Esto facilita el diagnóstico precoz de acontecimientos arrítmicos o posibles disfunciones de los dispositivos que pueden ser especialmente importantes en pacientes de riesgo o en población pediátrica.
“Actualmente, por monitorización remota seguimos a cerca de 2.000 pacientes. El equipo de enfermería valora las diferentes transmisiones de forma diaria. Si ante una alerta se tiene que hacer una actuación, se comenta con el equipo médico y, si se considera necesario, se cita al o la paciente. El objetivo es siempre tratar de adelantarnos a cualquier incidente”, explica Gabi Pascual.