Tal y como recuerda la OCU, muchos fármacos tienen el mismo principio activo, dosis y formato de presentación, pero al comprarlos cambia su nombre y su etiqueta. La auténtica seña de identidad de un medicamento es su principio activo, pero a menudo en los envases lo que destaca son la marca y los colores y emblemas del laboratorio, unas prácticas que en opinión de la OCU no son coherentes con la prescripción por principio activo y pueden llevar al consumidor a confundirse y cometer errores.
Cabe destacar que la norma actual que regula el etiquetado de medicamentos no obliga a destacar en la caja el nombre del principio activo, su dosis, número o forma farmacéutica. La OCU y muchas asociaciones de profesionales han alzado la voz ante esta situación por considerar que defender la isoapariencia es defender al consumidor, que tiene que poder identificar de forma clara y sencilla el fármaco que está tomando.
La iniciativa emprendida por la OCU y otras asociaciones pide que se defina un espacio fijo y destacado en una de las caras de la caja del fármaco, en el que debería figurar el nombre del principio activo, su dosis, forma farmacéutica y número o cantidad.