En un contexto de auténtica revolución en los métodos diagnósticos que aseguran resultados de calidad en menor tiempo, lograr una detección e intervención precoz de las infecciones graves resulta fundamental para administrar un tratamiento correcto y así evitar complicaciones, reducir la mortalidad, prevenir las resistencias bacterianas y optimizar costes farmacéuticos y hospitalarios. Las innovaciones en el campo del diagnóstico microbiológico han hecho posible el desarrollo de estas pruebas rápidas, las cuales suponen una gran ventaja frente a las pruebas convencionales para esta enfermedad.
La continuidad asistencial y las técnicas de diagnóstico microbiológico rápido son fundamentales en el manejo de las infecciones. Está demostrado que el aumento del uso de las técnicas de diagnóstico rápido y de las PCR simples o sindrómicas para casos graves de meningitis, sepsis o neumonía, la identificación de microorganismos por espectrometría de masas en minutos y los antibiogramas en menos de 5-6 horas a partir del aislamiento del microorganismo, contribuyen a que el clínico disponga de los resultados en el menor tiempo posible, lo que redunda en un manejo óptimo del paciente.