Así, durante la jornada, inaugurada por la Consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, que ha repasado las nuevas iniciativas de su Comunidad en materia de salud mental y ha insistido en la importancia de esta coordinación en situaciones de gran dispersión de la población, se ha visto cómo muchas comunidades autónomas van en la misma línea de trabajo, con una decidida apuesta por aumentar los recursos humanos y asistenciales, la promoción de planes de prevención e intervención temprana en salud mental y la atención psicológica como una las prioridades comunes, con el fin de acercarse a los 18 psicólogos clínicos por 100.000 habitantes de la Unión Europea. Este encuentro profesional, ha asegurado la Consejera de Sanidad, puede ayudar a la toma de mejores decisiones políticas.
Por otro lado, diferentes representantes de la Administración Pública en materia de Salud Mental -Navarra, Cantabria, Galicia, País Vasco, Castilla y León y Asturias- han puesto de manifiesto las iniciativas y programas en los que están trabajando a favor de la coordinación entre Primaria y Salud Mental. Interconsultas, tanto presenciales como a distancia, grupos de trabajo, sistemas de información compartidos entre médicos de familia y especialistas en salud mental, formación continua, atención psicológica en atención primaria, involucración de otros sectores como servicios sociales y educación para lograr una atención más integral y coordinada, son algunos de los ejes que se han puesto sobre la mesa, sin olvidar el papel que las nuevas tecnologías pueden jugar en la mejora de esta coordinación entre niveles asistenciales.
Desde el punto de vista de los profesionales y sociedades científicas, Jorge Arévalo, presidente de la Asociación de Psicólogos de Sanidad de Castilla y León, ha incidido en la importancia de la psicología clínica en Atención Primaria, destacando que existe un consenso generalizado sobre los beneficios de su implantación en este nivel asistencial. A su juicio, el modelo de derivación, actualmente vigente, debería ir perdiendo peso en beneficio del de reemplazo, con la ubicación de los psicólogos clínicos en atención primaria, lo que favorecería ese proceso general de mejora de la AP. La creación de secciones transversales de psicología clínica en los servicios de salud mental es la apuesta de la asociación profesional que representa.
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, José Luis Almudí, ha recordado que el objetivo de cualquier actuación desde atención primaria es evitar la estigmatización de la enfermedad mental, visibilizar estas patologías y ofrecer apoyo y la mejor asistencia posible. Así mismo, ha puesto el acento en las consecuencias de la pandemia sobre la salud mental, también entre los profesionales sanitarios, con cuadros de ansiedad, estrés, angustia, duelo, depresión, problemas del sueño y el agravamiento en aquellos pacientes ya diagnosticados. Y ha insistido en que para actuar se necesita mayor coordinación entre Atención Primaria y Salud Mental, más financiación, reordenación, formación, reconocimiento mutuo y comunicación, más recursos humanos, más tiempo, un cambio del modelo de asistencia y mejorar los flujos de pacientes entre los dos niveles. Y es que uno de cada cinco profesionales sanitarios ha experimentado algún tipo de trastorno mental por la pandemia según el estudio de la Fundación Galatea al que ha hecho referencia. De ellos, el 27% ha padecido depresión, el 22% ansiedad y el 21% trastorno por estrés postraumático. Los colectivos más afectados, las mujeres y profesionales de Primaria.
Para el psiquiatra Alfredo Martínez, Gerente del Complejo Hospitalario de Navarra, es fundamental que tanto atención primaria como Salud Mental tengan bien definidas sus líneas estratégicas para mejorar y avanzar en la coordinación. El problema de integración no se soluciona solo con grandes apuestas, ha afirmado, sino aprovechando las estrategias y herramientas que han funcionado, porque la Salud Mental no es tan diferente de otras especialidades. La Salud Mental es una micro-red del sistema sanitario que cuenta con recursos como hospitales de día o unidades de hospitalización de agudos. Tiene una larga historia en el trabajo de equipos multidisciplinares y eso hay que saber ponerlo en valor y desarrollarlo más. Por tanto, se deben generalizar las experiencias que funcionan en nuestro país. Se necesitan recursos y hay que priorizarlos en base a la gravedad, factibilidad y sostenibilidad, y basándose en la evidencia.