En enero de 2016, un paciente de 63 años superó un trasplante de pulmón con el soporte del ECMO, una técnica que oxigena la sangre fuera del cuerpo cuando los pulmones o el corazón no funcionan. Fue el primero paciente adulto que profesionales del Hospital Universitari Vall d’Hebron trataron con oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés) dentro del programa ECMO de Adultos. Desde que se puso en marcha el programa, ahora hace cinco años, 200 pacientes de Vall d’Hebron han recibido soporte ECMO. Casi la mitad, 90, han sido pacientes COVID-19. "Somos uno de los ocho hospitales de Europa que más pacientes COVID-19 hemos tratado y uno de los hospitales del mundo que más traslados ECMO hemos hecho durante la pandemia, comenta Jordi Riera, director del Programa ECMO de Adultos del Hospital Universitari Vall d’Hebron.
El ECMO se utiliza en casos críticos de insuficiencia respiratoria de pacientes que no responden a los tratamientos convencionales o cuando el corazón no tiene fuerza suficiente para bombear la sangre y no responde a las maniobras de reanimación habituales. No es un tratamiento específico, pero permite una mejora significativa de las condiciones clínicas asociadas a la patología de la persona. Antes de la pandemia, las siglas ECMO eran desconocidas fuera del ambiente hospitalario, pero el uso de esta técnica para tratar a los y las pacientes más graves con COVID-19 ha popularizado el acrónimo.
Los hospitales chinos fueron los primeros en utilizarla para tratar a pacientes con la COVID-19. “Pero los primeros resultados, obtenidos entre marzo y abril de 2020, no fueron buenos. Posteriormente, en casos asistidos en centros especializados como el Hospital Universitari Vall d’Hebron, los resultados mejoraron y esta técnica supuso una esperanza para algunas personas ingresadas”, explica Jordi Riera. Varias entidades, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización para el Apoyo Vital Extracorpóreo (ELSO), con quien participa de manera activa el Hospital Universitari Vall d’Hebron, centro de referencia de ECMO en el Estado, recomendaron utilizar esta técnica para determinados pacientes con insuficiencia respiratoria aguda causada por la COVID-19, como ya se había hecho durante la crisis de la gripe A, en 2009.
La supervivencia global de pacientes COVID-19 que han pasado por el programa ECMO del Hospital Universitari Vall d’Hebron es del 70%, superior a la media mundial. Jordi Riera relaciona los buenos resultados con el entrenamiento de los y las profesionales con simuladores, a los protocolos para garantizar la seguridad en la asistencia y a una metodología que prioriza la recuperación funcional de los y de las pacientes con la ayuda del programa de fisioterapia UCI Viva. "Cuando superan la fase aguda, en la que los y las pacientes están en coma, los despertamos para que puedan realizar ejercicios de fisioterapia y comunicarse con la familia. En esta fase, los y las pacientes están despiertos, comen, hacen ejercicio e interaccionan con nosotros, mientras esperamos que los pulmones vuelvan a funcionar, incluso con un caminador especial pueden ponerse derechos y pasear por la UCI", explica Jordi Riera, miembro del Comité de Dirección de EuroELSO. “Otro aspecto diferencial del programa de Vall d’Hebron es que a pie de cama siempre hay una enfermera especialista en ECMO velando por la seguridad del o de la paciente, capacitada para prevenir y resolver complicaciones conjuntamente con el equipo médico”, añade Bet Gallart, enfermera clínica de la UCI y Coordinadora del Programa de ECMO de Adultos. “El ECMO es una técnica que presenta un alto número de complicaciones y la prevención es la mejor manera de tratarlas”, añade.