En las conclusiones del congreso, la comunidad de investigadores ha reclamado voluntad política y mayor financiación para poder dar respuesta a los principales retos en salud global. «Es importante mantener la financiación en investigación y desarrollo en tiempos de crisis; de lo contrario los avances obtenidos hasta el momento se verían seriamente obstaculizados», ha señalado Manuel Corachán, co-director del congreso.
El congreso se abrió el pasado lunes con una sesión plenaria sobre salud materno-infantil, uno de los temas vehiculares de este congreso y donde los investigadores han constatado una mayor distancia entre los Objetivos del Milenio propuestos para 2015 y los resultados conseguidos hasta el momento. Entre otras cuestiones, los científicos han puesto de manifiesto que en muchos países todavía hacen falta políticas que promuevan la salud de la mujer, que en muchos casos sigue sin acceso a los servicios de salud. Asimismo han constatado la falta de financiación para abordar la malnutrición, que afecta especialmente a los sectores de población más vulnerables, entre ellos mujeres y niños.
Además de salud materno-infantil el congreso ha tenido otras cuatro áreas troncales: enfermedades olvidadas e infecciosas, enfermedades crónicas, sistemas de salud y migraciones y salud global.
La neumonía es actualmente la principal causa de muerte en el mundo entre los niños menores de 5 años. Una de las prioridades de los investigadores es mejorar la detección de la enfermedad. En cuanto a malaria, 800.000 muertes anuales «sigue siendo una cifra inaceptable», en palabras de Manuel Corachán. «Urge acceder a nuevos fármacos, obtener y aplicar la vacuna y luchar contra las resistencias a medicamentos; alcanzar la erradicación de la malaria es el objetivo global, pero debemos evitar expectativas poco reales», señaló.
En el campo de la prevención del VIH-SIDA, los científicos han destacado la aparición de los microbicidas, los anillos vaginales y los fármacos orales como nuevas y potentes herramientas para prevenir la infección. Además, la posibilidad de que las personas puedan ya autoaplicarse un test diagnóstico previsiblemente mejorará el control de la enfermedad.
Los movimientos de población y las migraciones han tenido como consecuencia la expansión del vector –el mosquito- y, hoy por hoy, una posible transmisión del dengue, la fiebre del Nilo y la enfermedad de Chikungunya en Europa tienen un potencial real En este sentido, los científicos han destacado que hay que poner en marcha nuevas estrategias, como nuevas herramientas de control y nuevas vacunas.
En el congreso, organizado por ISGlobal, se ha anunciado también el acuerdo por el que la Fundació La Caixa impulsará la vacunación infantil en países en vías de desarrollo con una aportación de 4 millones de euros a GAVI Alliance.