En las pruebas anunciadas por la empresa han participado 43.538 personas. De ellas, 94 han intervenido en este estudio intermedio de la fase tres que ha llevado a Pfizer a anunciar su eficacia. De ese casi centenar de voluntarios, solo ocho fueron contagiados por el coronavirus tras haber recibido la vacuna en dos dosis con tres semanas de diferencia. Estas cifras han llevado a Pfizer a evaluar que su vacuna es eficaz al 90%, muy por encima del 50% requerido por la FDA para autorizar una vacuna contra el coronavirus.
Las pruebas continuarán hasta registrar más de 164 casos de contagio entre los participantes en el ensayo para precisar aún más la tasa de efectividad y en rangos de edad que van desde los 18 a los 85 años. La empresa prevé disponer de estos datos dentro de entre 30 y 60 días.
Aunque los resultados aún no han sido publicados en una revista científica para ser sometidos a revisión, Pfizer ha afirmado que se hará en cuando concluya esta segunda fase de pruebas. No obstante, para la empresa, se ha alcanzado un “hito crítico", según ha afirmado al anunciar los resultados Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de Pfizer, “cuando el mundo más lo necesita, con las tasas de infección estableciendo nuevos récords, hospitales que se acercan al máximo de capacidad y las economías que luchan por reabrir”.
Pfizer y BioNTech tienen un contrato de casi dos billones de euros en Estados Unidos para suministrar 100 millones de dosis. También ha cerrado acuerdos con la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá y Japón.
De esta forma, Pfizer está en disposición de distribuir de inmediato 50 millones de dosis de la vacuna que, como debe ser administrada en dos dosis, permitiría la protección inmediata de 25 millones de personas, una cifra equivalente a la mitad de los contagiados hasta la fecha, pero muy alejada de la población mundial. No obstante, la compañía considera que sería capaz de fabricar 1.300 millones de dosis el próximo año.