El Respiratory Effectiveness Group, un grupo global independiente de médicos e investigadores en España, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros, han revisado la evidencia disponible. Sus investigaciones han dado lugar al estudio que se publica hoy, martes 29 de septiembre, en el European Respiratory Journal que concluye que no utilizar mascarilla para evitar un ataque de asma o exacerbaciones de la EPOC o de otras enfermedades respiratorias debido a un supuesto aumento de las presiones inspiratorias a través de una mascarilla está infundado. No hay evidencia que sustente esta excepción y que los pacientes con una enfermedad respiratoria tienen un alto riesgo de sufrir COVID-19 grave, en España, en el Reino Unido y en otros países donde rigen estas exenciones. Por lo que, instan a los gobiernos a eliminar esta excepción.
“Los pacientes con asma, EPOC u otras enfermedades respiratorias deben usar la mascarilla sin excepciones. Si tienen insuficiencia respiratoria o una sensación de falta de aire al ponérsela, lo más recomendable es que limiten su actividad, especialmente al aire libre”, indica Joan B. Soriano, médico epidemiólogo del Servicio de Neumología del Hospital La Princesa en Madrid, miembro del COVID-19 Clinical Network Knowledge Exchange Team de la OMS en Ginebra, y autor principal del estudio.
Sinthia Bosnic-Anticevich, del Instituto Woolcock de la Universidad de Sydney, presidenta de REG y también coautora, añade: “Si usted o un familiar suyo padecen asma, EPOC u otra enfermedad respiratoria crónica, use mascarilla para protegerse y proteger a los demás. Este es un virus nuevo y una enfermedad nueva, pero la información es clara y las decisiones individuales son fundamentales para derrotar esta pandemia".
En España la Orden SND/422/2020 sobre el uso obligatorio de las mascarillas establece que "se excepcionan de esta obligación a aquellas personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada por la utilización de la mascarilla y a aquellas cuyo uso se encuentre contraindicado por motivos de salud o discapacidad.”
Se estima que hay 545 millones de personas en todo el mundo que padecen una enfermedad respiratoria crónica, y no usar mascarilla puede conllevar un mayor riesgo de infección personal y grupal. “A falta de una vacuna eficaz debemos extremar al máximo las medidas de prevención, incluyendo el uso apropiado de las mascarillas. Esto incluye también y en especial a los pacientes respiratorios”, comenta Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron / Vall d’Hebron institut de Recerca (VHIR) en Barcelona.