El estudio incluyó niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 3 días y los 18 años de edad. Aunque la mayoría eran pacientes hospitalizados (62%), menos de uno de cada diez pacientes requirió tratamiento en cuidados intensivos (8%). Los investigadores señalan que su estudio solo incluyó pacientes que habían buscado ayuda médica y que habían sido evaluados para detectar COVID-19, por lo que no se habrían incluido los casos más leves. Por este motivo, aconsejan no extrapolar los números observados en su estudio a la población en general, aunque señalan que sus hallazgos deben tenerse en cuenta al planificar la demanda de servicios de cuidados intensivos a medida que avanza la pandemia.
En el momento en que se realizó el estudio, la capacidad de realizar tests diagnósticos en muchos países europeos era inferior a la demanda, y muchos niños con COVID-19 y sintomatología leve no habrían sido diagnosticados. Los criterios para la detección del SARS-CoV-2 en los países participantes variaban ampliamente; en algunos centros se examinaban todos los niños ingresados, mientras que otros fueron más selectivos a la hora de ofrecer una prueba a los pacientes. Esta falta de estandarización hace que sea difícil generalizar los hallazgos a la población en general, dicen los autores, pero la verdadera tasa de letalidad en los niños es sustancialmente menor que la observada en este estudio (0.7%).
Para Begoña Santiago García, “este es el primer estudio de niños con COVID-19 que incluye datos de múltiples países y múltiples centros y uno de los aspectos más importantes es que se confirma que la tasa de mortalidad en niños es muy baja, inferior al 1%, y que la mayor parte de los pacientes que han participado presentaban sintomatología leve y curso benigno”.
“Pero cabe destacar que los niños en los que se detectaron co-infecciones virales a la vez que el SARS-CoV-2 tenían más probabilidades de ser ingresados en cuidados intensivos. Esto podría tener implicaciones importantes para la próxima temporada de invierno, cuando otras infecciones respiratorias en niños, como la gripe, serán más comunes”, añade la doctora Santiago.
El estudio fue llevado a cabo por The Paediatric Tuberculosis Network European Trialsgroup. El Hospital General Universitario Gregorio Marañón fue uno de los tres centros europeos que dirigieron la investigación, bajo la coordinación de Begoña Santiago, médico adjunto del servicio de Pediatría y una de las autoras principales del estudio, contando con la participación de un equipo de profesionales clínicos e investigadores del Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón.