En España, el 67% de los encuestados considera que los errores médicos se deben al poco tiempo que tienen los profesionales sanitarios para atender a cada paciente. Por otra parte, un 60% considera que los errores suelen venir de malas interpretaciones médicas y también, de la falta de interlocución entre médicos sobre los historiales y la documentación de los pacientes. Sin embargo, este mismo estudio realizado en Italia ha reflejado que es la poca preparación médica la principal causa de los errores, según las opiniones contrastadas. En cuanto a las peticiones de los consumidores en caso de sufrir un error, un 82% pide ser bien informado de lo sucedido y de los motivos y un 70% exige que la reparación de los daños sea sin coste alguno. Sin embargo, sólo un 15% reconoce haber ido a juicio por este tipo de problemas aunque un 66% reclamó o notificó el error médico. Del 34% que decidió no reclamar el error, los afectados indican que las principales causas fueron la desconfianza en la utilidad del sistema de reclamación e intentar evitar el conflicto, puesto que la relación con los médicos debía continuar.
Según la OCU, el principal cambio a corto plazo debe ser la creación de un registro de errores médicos, pues en el marco actual no es posible saber el número de errores que se comenten ni conocer qué proporción de actuaciones médicas son deficientes, ni siquiera su naturaleza. Ello contrasta con el hecho de que la información sobre estos errores suele llegar a través de los medios de comunicación (un 88% dice haber sabido de ellos a través de noticias aparecidas en periódicos, televisión o Internet), lo que segmenta los datos y crea cierta sensación de alarma y miedo puesto que sólo se dan a conocer los casos más problemáticos y llamativos. A juicio de la OCU, esto hace que no haya un conocimiento real y contextualizado del problema, «algo inadmisible, ya que el acceso a la información sobre el estado y funcionamiento de nuestro sistema sanitario es un derecho de todos».