La distribución por edades de la tasa de letalidad de la infección por COVID-19, indica que el riesgo es muy bajo hasta los 50 años, incrementándose progresivamente hasta llegar a casi un 15% en los mayores de 80 años, con una media del 7% entre los mayores de 50 años, especialmente si las personas presentan factores de riesgo asociados, como enfermedades crónicas, especialmente las pulmonares o una diabetes mal controlada.
Ello implica, a juicio del endocrinólogo Alfonso López Alba, “la necesidad de que las personas con diabetes mantengan el mejor control metabólico posible, para estar preparados ante un posible episodio infeccioso, por este virus o por cualquier otro, con los que a diario convivimos”.
Con todo, el mensaje principal de la SED es de tranquilidad, calma y aplicar el sentido común. Anna Novials, presidenta de la SED, señala que a su juicio, “la mejor actitud consistiría en seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, especialmente las medidas de higiene de manos, intentar evitar los viajes a áreas con gran número de personas infectadas, y mantener una alimentación y estilos de vida saludables para, en caso de vernos afectados, poder superar sin problemas la infección”.