En un documento de propuestas de enmiendas a la Proposición de Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, que en estos momentos debate el Congreso, el CERMI insiste en que no se incurra en ningún momento en el simplismo sesgado de vincular las situaciones de discapacidad con las decisiones personales sobre el final de la vida, como si se tratara de una regulación particularmente pensada para este grupo social.
Entre las enmiendas concretas que plantea el CERMI, se encuentra que en el apartado B del artículo 3, se aluda únicamente a las personas con “enfermedad o patología graves, permanentes y sin reversión que ocasionen padecimientos continuos e insoportables” y que se elimine la referencia a las limitaciones físicas o de relación y expresión que ocasionen gran sufrimiento y que vayan a persistir en el tiempo. En sentido similar se pronuncia la entidad en otros apartados del texto, pidiendo que únicamente se aluda a estas situaciones.
En el apartado C del artículo 5 y en el artículo 6.1, donde se aborda que la solicitud de eutanasia debe realizarse por escrito, el CERMI reclama que se introduzca también la opción de “otro medio equivalente” para las personas con discapacidad que no pueden utilizar la escritura ordinaria, y no solo proporcionar la alternativa de que lo realice otra persona en nombre del afectado.
En esta línea, la entidad también propone la introducción de una disposición adicional que haga alusión a la obligatoriedad de que en todo momento se brinden las medidas de accesibilidad necesarias para que la persona solicitante de la eutanasia, si tiene discapacidad, pueda recibir la información y expresarse en igualdad de condiciones, a fin de que su decisión sea individual, madura y genuina.