La mutación en el gen NEK8 se manifiesta de forma variable. En algunos pacientes provoca en primer término cardiopatías que hacen peligrar en extremo la vida y también causa displasia renal (anomalías en el desarrollo de los riñones, habitualmente por la presencia de múltiples quistes renales), agenesia (ausencia de un riñón) o malformación de órganos durante el crecimiento y el desarrollo embrionario, así como graves afectaciones biliares. La mayoría de los pacientes con mutación en el gen NEK8 no superan el periodo fetal o mueren en los primeros meses de vida. En Vall d’Hebron, esta niña recibió un trasplante de corazón hace prácticamente diez años, con cinco meses. No hay ningún otro caso documentado en el mundo que haya vivido tanto tiempo con esta patología.
Cómo señala Ferran Gran, cardiólogo pediátrico y coordinador médico de Trasplante Cardíaco Pediátrico, “en 2009, pocos meses después de nacer, vimos que la paciente sufría una miocardiopatía hipertrófica que era incompatible con la vida. Se hizo un estudio genético y no se encontró la causa. Como la situación era muy grave, decidimos hacer un trasplante cardíaco”. El trasplante de corazón fue un éxito, y la niña evolucionó favorablemente. Era la primera paciente en todo el mundo con esta enfermedad que recibía un trasplante de corazón.
Ramón Charco, jefe del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplantes de Vall d’Hebron, explica que “durante el 2017, la paciente empezó a tener problemas en el hígado, y vimos que este órgano era demasiado grande para su edad y que presentaba signos de fibrosis”. Además, la paciente sufría hipertensión portal, añade. Y, posteriormente, a finales del 2017, se detectó fallo renal con deterioro progresivo. Por este motivo, explica Mercedes López, del Servicio de Nefrología Pediátrica de Vall d’Hebron, “fue necesario que la paciente recibiera diálisis durante varios meses hasta que llegó un momento en que el doble trasplante de hígado y riñón fue el único tratamiento posible”.
Mutación en el gen NEK8, causa de ciliopatía, una enfermedad ultrarrara
La mutación en este gen es una enfermedad de las llamadas ultrarraras. Cómo explica Jesús Quintero, de la Unidad de Trasplante Hepático, “solo hay diez casos descritos en todo el mundo”. Cuando se le hizo el trasplante de corazón a la paciente, todavía no se sabía qué patología específica tenía, puesto que no existían las técnicas de secuenciación masiva de genes actuales. Por lo tanto, había que secuenciar cada gen de forma individual. Desde hace unos años, las nuevas técnicas permiten secuenciar y analizar muchos genes al mismo tiempo. “Así, recientemente, cuando el hígado y los riñones empezaron a fallar, se descubrió que la paciente sufría una mutación en el gen NEK8”, señala Jesús Quintero.
El doble trasplante ha sido un éxito y la paciente se encuentra en buen estado de salud. Actualmente, continúa en seguimiento por parte del Servicio de Cardiología Pediátrica, la Unidad de Trasplante Hepático Pediátrico y el Servicio de Nefrología Pediátrica. El corazón mantiene una función óptima y el hígado y los riñones funcionan de forma normal en una paciente trasplantada. Hoy en día, esta paciente está considerada como la persona más longeva conocida que ha sufrido o sufre la mutación NEK8.