En esta primera fase se ha dado prioridad a las mujeres de entre 25 y 29 años a la hora de enviar la invitación a realizarse la prueba, y poco a poco, se irá ampliando la franja de edad, de forma que para 2023 se espera poder haber llegado a toda la población diana de mujeres de Euskadi, entre los 25 y los 65 años de edad.
El balance que realiza el Servicio Vasco de Salud es muy positivo. En este primer año y medio de despliegue del programa, se ha logrado que una de cada dos mujeres que recibe la carta acuda a su centro de salud para realizarse la citología. Ello ha permitido que, si a las participantes en el programa de cribado poblacional se suman las que han sido cribadas mediante el programa oportunista, la cobertura de mujeres que se hace la prueba para detectar precozmente el cáncer de cérvix se haya duplicado, pasando del 33,8% al 63,8%.
Claves del programa
Dicho programa, que ha supuesto un reto organizativo de gran envergadura, descansa sobre los siguientes pilares:
Siguiendo la evidencia científica, el cribado se realiza de esta manera:
- Mujeres de 25-34 años, citología (análisis de células) cada 3 años.
- Mujeres de 35-65 años, detección de VPH (virus del papiloma humano) cada 5 años.
Según el último Estudio de la supervivencia del cáncer en Euskadi, correspondiente a los años 2000-2012, en ese periodo de tiempo se diagnosticaron 1.131 casos de cáncer de cérvix, con una media de 87 casos por año. Este tumor supuso el 2% del total de tumores malignos diagnosticados entre las mujeres durante el periodo de estudio. La supervivencia neta estandarizada por edad para el conjunto de las mujeres fue del 84,8% al año del diagnóstico y del 63,3% a los cinco años.