La investigación ha sido liderada por las investigadoras Sílvia Canudas y Serena Galié, ambas integrantes del equipo de Jordi Salas-Salvadó, y ha sido publicada recientemente en la revista científica Advances of Nutrition.
Revisión de 59 estudios observaciones y 11 ensayos clínicos
La revisión incluye 59 estudios observacionales y 11 ensayos clínicos, seleccionados a partir de una búsqueda bibliográfica llevada a cabo de manera metódica y organizada para poder identificar, por separado, la relación de cada grupo de alimento, nutrientes y diferentes patrones dietéticos con la salud telomérica.
Diferentes estudios clínicos de suplementación multi-vitamínico han indagado en el papel de estos compuestos en la longitud de los telómeros, pero no llegaron a establecer una clara función protectora, aunque, entre los estudios revisados por los investigadores, la vitamina C parece tener un mayor impacto entre los micronutrientes evaluados.
El consumo de alimentos con un elevado contenido de antioxidantes, como por ejemplo los frutos secos y el café, se ha asociado a telómeros más largos. Por el contrario, un alto consumo en carne procesada y bebidas azucaradas parece estar relacionado con telómeros más cortos. Cuando se analizaron los resultados de losestudios que valoraron el patrón global de la dieta se observó que dietas saludables, las que incluyen alto contenido en frutas, verduras, frutos secos, entre otros alimentos, fuente de antioxidantes, se asociaron a menor acortamiento telomérico. Por lo tanto, esto sugiere que una dieta saludable ayudaría a ralentizar el envejecimiento de nuestras células.
La salud de telómeros y la consecuente prevención del envejecimiento celular implica un proceso multifactorial en el que entran en juego diferentes factores. Controlar estos factores dietéticos repercute en beneficio de la salud humana, previniendo las enfermedades asociadas a la edad como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, así como enfermedades neurodegenerativas.