La enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo occidental, situándose la dislipemia como uno de los factores de riesgo más importantes. “Su manejo es fundamental para la prevención cardiovascular, por lo que la formación en esta materia se hace indispensable a la hora de reducir el riesgo cardiovascular”, según Manuel Mozota, responsable del Grupo de Trabajo de Dislipemia de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Bajo esta premisa, dentro de las IV Jornadas Cardiovascular de la SEMG -celebradas los días 22 y 23 de noviembre en Toledo- se han trasladado a los médicos asistentes las conclusiones del nuevo consenso que la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Sociedad Europea de Arteriosclerosis (EAS) han presentado sobre la dislipemia en este año.
Manuel Mozota, junto a Teresa Benedito, miembro del Grupo Cardiovascular de la SEMG, han informado de los nuevos objetivos de LDL según el nivel de riesgo, que vienen dados según las características que tenga el paciente y el SCORE en la prevención primaria. En caso de riesgo leve, el objetivo de LDL sería menor de 116 mg/dl, moderado 100 mg/dl, alto 70 mg/dl y muy alto 55 mg/dl, bajando así los 70 mg/dl que se recomendaban en la anterior guía.
Los individuos que tengan una hipercolesterolemia familiar con una enfermedad cardiovascular establecida o con otros factores de riesgo, se aconseja un LDL menor de 55, un “aspecto novedoso ya que antes decían menor de 70 mg/dl., pero debido al riesgo de estos pacientes aconsejan un control más estricto de su LDL”, según Mozota.
Otra novedad en las nuevas guías es que en los pacientes con enfermedad cardiovascular que sufren un segundo evento vascular en menos de dos años (el cual no tiene que ser del mismo tipo que el primero) mientras toman la dosis máxima de estatina, se puede considerar un LDL menor de 40 mg/dl.
Para conseguir los objetivos, “no debemos olvidar las medidas higiénico dietéticas, como el ejercicio físico adecuado a las características de nuestro paciente, una dieta adecuada, donde la dieta mediterránea tiene un especial valor” y la importancia de no fumar, insistieron Mozota y Benedito. “Los productos nutracéuticos pueden ayudar a bajar el colesterol en aquellos pacientes que tienen una hipercolesterolemia leve o moderada. Estos no sustituyen a la dieta, pero pueden ayudar a conseguir los objetivos analíticos deseados”, según el responsable de Dislipemia de la sociedad científica.