Un grupo de científicos españoles ha concluido que dos tercios de los psicofármacos prescritos a personas con demencia pueden evitarse. Es una de las afirmaciones más importantes derivadas del estudio publicado en International Psychogeriatrics, que analiza los efectos de aplicar la metodología de Criterios CHROME de Fundación Maria Wolff en un gran centro sociosanitario español.
Para tener una perspectiva de la actual situación, más de la mitad de los ancianos de países industrializados toman fármacos inadecuados que además son potencialmente peligrosos: pueden producir caídas, fracturas, empeoramiento de las facultades mentales, incontinencia, aumento de la torpeza y de los costes asistenciales o fallecimiento súbito, entre otros efectos adversos.
Un porcentaje significativo de estos ancianos, además, sufren sujeción farmacológica o sujeción química. Se trata de fármacos que se recetan para facilitar la organización de hospitales, residencias o domicilios.
Para resolver este problema de salud pública un grupo de científicos españoles coordinados por la Fundación Maria Wolff publicó un novedoso método denominado “Criterios CHROME” (CHemical Restraints avOidance MEthodology).
Los Criterios CHROME son actualmente los únicos parámetros médicos existentes para comprobar que los ancianos reciben psicofármacos adecuados y estén libres de sujeciones químicas de forma objetiva y demostrable.
Psicofármacos inadecuados y prescindibles
Los efectos de aplicar dichos criterios han resultado ser espectaculares ya que dos tercios de las prescripciones de psicofármacos recetados a personas con demencia antes de la aplicación de estos criterios resultaron ser inadecuados y se pudieron suspender.
Las implicaciones de que dos tercios de los psicofármacos prescritos a personas con demencia pueden evitarse es el resultado más relevante en cuanto a evitación de riesgos por efectos secundarios, calidad de vida y reducción de gasto sanitario.
El tercio de ancianos que aún requería algún psicofármaco, acabó tomándolo ajustado a su caso. Para garantizar el rigor, los datos fueron corroborados de forma independiente por una auditoría externa de la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA).
Del estudio se concluye que la sobreprescripción generalizada de psicofármacos en ancianos tiene su raíz en la dificultad que tienen los médicos a la hora de diagnosticar las afectaciones neuropsiquiátricas.
Los Criterios CHROME ofrecen al médico unos criterios sencillos y rápidos para un diagnóstico más certero del que luego se deduce la prescripción óptima reportada en los resultados de este estudio.
Reducción de caídas, lesiones y mortalidad
Como era de esperar, la mejor prescripción condujo a una reducción de las caídas, las fracturas de cadera, la mortalidad y las derivaciones a urgencias hospitalarias.
No se observaron conductas o estados psicológicos adversos como consecuencia de la retirada y ajuste de los psicofármacos. Al contrario, algunos ancianos recuperaron habilidades funcionales y cognitivas, mostraron estar más alerta y presentes.
“Desde un punto de vista profundamente humano, estos beneficios han hecho que mereciera la pena todo el esfuerzo de desarrollar estos criterios”, comenta Javier Olazarán, neurólogo y director del estudio.
Objetivo: evitar las sujeciones farmacológicas
Ruben Muñiz, investigador principal del estudio expone en el estudio, “que este método supera aproximaciones más antiguas e inespecíficas como ‘racionalizar’ o ‘reducir’ psicofármacos”.
“Los Criterios CHROME ofrecen al médico el fármaco ‘adecuado’ para cada caso, utilizando para ello criterios de diagnóstico sindrómico y una tabla asociada de unos pocos fármacos que elegir en función al caso” añade el director de investigación de Fundación Maria Wolff.
De este modo se resuelve de un plumazo la sobreprescripción, evitando a la vez las sujeciones farmacológicas o químicas. De este modo queda atrás la prescripción basada en síntomas psicológicos o conductuales asociados a las demencias como el Alzheimer.
La manera de aplicar en una residencia este método de prescripción consiste en formar en uno o dos días a médicos y técnicos en Criterios CHROME. Tras aproximadamente 6 meses, el centro puede pasar la auditoría de un médico especialista externo que comprueba la ausencia de sujeciones farmacológicas y que todos los residentes tienen sus psicofármacos prescritos óptimamente.