Para Alfredo Gea, autor senior del trabajo, del grupo del CIBEROBN liderado por Miguel Ángel Martínez-González, estos resultados aconsejan la cautela en el uso de anticonceptivos orales y dan información importante a las mujeres a la hora de tomar la decisión de usar estos fármacos. Además, están en línea con riesgos previamente identificados en cohortes suecas y norteamericanas de diabetes, hipertensión, enfermedad coronaria y cáncer de mama, todas ellas asociadas a la obesidad.
El equipo de expertos valoró prospectivamente el riesgo de desarrollar obesidad en 4.920 mujeres jóvenes (28 años de media) durante más de ocho años de seguimiento. Todas ellas, que inicialmente no padecían obesidad, se clasificaron en dos grupos, en función de si utilizaban o no de forma regular anticonceptivos orales. El uso de anticonceptivos orales y el índice de masa corporal se evaluaron al inicio y cada dos años durante el seguimiento.
Los resultados del estudio pusieron de manifiesto que el uso de anticonceptivos orales está significativamente asociado con mayores probabilidades de desarrollo de obesidad, especialmente cuando el uso de estos es constante y se extiende durante periodos de más de dos años.
Según Álvaro San Juan Rodríguez, investigador de la Universidad de Pittsburgh y primer autor del trabajo, “se comprobó que, a igualdad de otros factores y de manera independiente de ellos, el riesgo de desarrollar obesidad durante los años sucesivos prácticamente se duplicaba en las mujeres que usaban regularmente anticonceptivos orales, y casi se triplicaba en las que los habían usado continuadamente durante más de dos años.”