Profesionales de Vall d’Hebron, encabezados por el recientemente fallecido Dr. David García-Dorado, quien fue jefe de Grupo de Enfermedades Cardiovasculares del VHIR, han liderado el primer estudio de gran envergadura y multicéntrico sobre la eficacia de inducir isquemia de forma artificial, mediante la compresión de una extremidad, a los pacientes que sufren un infarto. Los resultados se han presentado en el Congreso Europeo de Cardiología (ESC Congress 2019), que ha seleccionado el trabajo como un late breaking science, que son aquellos estudios que tienen una gran influencia en la práctica clínica.
“Este trabajo se ha realizado con más de 300 pacientes con infarto agudo de miocardio y elevación del segmento ST”, señala Ferreira. Uno de los aspectos clave del estudio ha sido el uso de la imagen cardíaca. Como explica José Rodríguez, coordinador de la Unidad de Imagen Cardíaca del Servicio de Cardiología de Vall d’Hebron, los investigadores midieron el tamaño del infarto mediante esta técnica y observaron que “inducir isquemia artificialmente no reduce el tamaño del infarto”, añade Rodríguez. Por tanto, como remarca Ignacio Ferreira, la relevancia de este trabajo reside en que “rechaza la hipótesis, ampliamente debatida en los últimos años, de si causar isquemia artificialmente mejora el pronóstico en un infarto de miocardio”.