En este sentido, Andoni Lorenzo, presidente del FEP, ha recordado a los futuros representantes públicos que garanticen, a los pacientes y a las asociaciones de pacientes, la plena igualdad de trato en todo el territorio nacional; un acceso a nivel nacional de la historia clínica; contar con protocolos, guías y algoritmos autonómicos que no impidan que los pacientes puedan tener acceso efectivo a todos los servicios y prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS); y algo clave también: que no se impongan a pacientes y médicos, sin su consentimiento, cambios en el tratamiento con medicamentos que estén produciendo resultados positivos.
Por su parte, Julio Sánchez Fierro, presidente del CAP, ha comentado que además, desde el FEP y con el apoyo del CAP, se trabajará para fortalecer cuantas acciones contribuyan a la humanización asistencial y, en particular, que los pacientes cuenten con un trato acorde con su dignidad como persona; para que las prestaciones y servicios no sean diferentes entre el ámbito urbano y el ámbito rural y para que la asistencia sanitaria se organice cuidando la especial situación de los pacientes frágiles: mayores, niños, personas con discapacidad, dependencia, enfermedades raras o en situación de soledad.
Así las cosas, con estas prioridades, el FEP quiere que los próximos 4 años, los casi 20 millones de pacientes crónicos y 9 millones de personas mayores de 65 años que hay en España cuenten con la garantía de que se lleven a cabo los cambios necesarios para fortalecer el SNS, dotarle de calidad y equidad crecientes, además de lograr una Sanidad participativa, en la que la voz y la opinión de los pacientes sean tenidas en cuenta.