De esta manera, el conseller ha querido contextualizar la transformación del sistema sanitario público catalán, en el marco de los cambios que se están produciendo i que, según el departamento de Salud, giran sobre los ejes de: mejorar la atención al enfermo crónico, revisar inversiones y optimizar los recursos que se dispone. También reconoció el esfuerzo y el compromiso de los profesionales sanitarios, gracias a los cuales los cambios están surgiendo efecto y diversos centros sanitarios están llegando a acuerdos para reducir el impacto de la situación económica en los puestos de trabajo.
Al presentar los objetivos de reducción del gasto sanitario, el conseller ha destacado la reducción global de un 10% en el primer semestre del año. En el caso de recetas entregadas por médicos de familia, el ahorro sería un 9% hasta junio, en comparación con el mismo periodo el año pasado. En cuanto al gasto en medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria, el ahorro es un 11%.
Dentro de las actuaciones realizadas en el ámbito de la farmacia, siguió Boi Ruiz, se ha logrado el 100% de las medidas de uso racional del medicamento, i cerca del 80% de las medidas hechas para mejorar la eficiencia como la reordenación de dispensación, los procesos de facturación, la concienciación del coste de la medicación y el apoyo a la receta electrónica.
Por último, el conseller anunció un nuevo modelo de gestionar las listas de espera que está estudiando el Departament de Salud y que prevé la incorporación de cuatro nuevos procedimientos en tiempos de garantía: cateterismo cardiaco, cirugía cardiaca valvular, cirugía cardiaca coronaria y reparación de hernia de disco. Además, este nuevo modelo de gestión se basará en la priorización de las listas de espera de 30 intervenciones quirúrgicas según criterios clínicos y de calidad de vida del enfermo.