Una de las razones del aumento, según Antoni Plasència, serían las campañas reinformación, centradas en los beneficios que supone para los niños y las madres, y la llegada de inmigrantes procedentes de culturas donde amamantar a los hijos es una costumbre muy arraigada. De hecho, de ese 46%, lo podríamos dividir en que el 55% de las mujeres inmigrantes lo hacen hasta los 6 meses, frente al 43,5 de mujeres autóctonas. La edad de la madre influye en el mantenimiento de la lactancia: sólo el 33% de las madres menores de 20 años siguen dando el pecho a los 6 meses, un porcentaje que aumenta al 46% en las mujeres de 20 a 34 años. Por el contrario, el tipo de parto, ya sea natural o cesárea, no influye en el hecho de la lactancia materna.
La lactancia materna supone muchas ventajas tanto para la madre como para el recién nacido, y no tan solo por los nutrientes que aporta, sino porque protege ante infecciones, alergias y otras enfermedades crónicas como la diabetes o la obesidad, permite mantener una estrecha relación madre y niño, disminuye el riesgo de anemia materna, osteoporosis y cáncer de mama u ovario, y además, permite mejorar la recuperación posparto.
En este enlace se pueden consultar los datos del estudio.