Un estudio llevado a cabo en Osona (Barcelona), con la participación de médicos/as de atención primaria miembros de la CAMFiC, analiza los elementos relacionados con la prevalencia y la mortalidad de las personas con enfermedades avanzadas y necesidades paliativas en la comunidad.
De la población analizada, 22.851 adultos mayores de 15 años, 251 pacientes presentaron necesidades paliativas. El 56,6% eran mujeres, con una media de 85 años. Al menos un 79,4% de los pacientes presentaban multimorbilidad (es decir, más de dos enfermedades crónicas a la vez).
El 49.3% son personas con demencia o fragilidad avanzada, mientras que un 13,7% tiene cáncer, y un 37,1% sufre IOCA (enfermedades cónicas graves de órgano, como insuficiencia cardíaca, EPOC, insuficiencia renal, etc.).
Globalmente, el 47,3% de los pacientes muere en su domicilio, el resto en el hospital (un 37,2% en un hospital de atención intermedia, y un 15,5% en uno de agudos). Los pacientes con demencia y fragilidad tienen una alta probabilidad de morir en casa, mientras que los menores de 85 años mueren mayoritariamente en el hospital de atención intermedia (57,1%), y sólo un 24% muere en casa, y un 18,4% en hospital de agudos.
En el 90,3% de los casos existe coincidencia entre la causa de la muerte y la enfermedad principal que sufre el paciente. Esto para los investigadores es muy importante, ya que "supone un sólido argumento para la adopción de propuestas proactivas de atención y de procesos de planificación anticipada de las decisiones". Los datos sugieren que la probabilidad de morir por cáncer evolutivo varía con el tiempo, concentrando una mayor mortalidad en las fases iniciales del seguimiento. Asimismo, confirman la gravedad clínica de la demencia avanzada como causa emergente de mortalidad.
En este sentido, las conclusiones del estudio señalan que "el 1% de la población adulta atendida por un EAP padece enfermedad avanzada con una alta probabilidad de morir precozmente y de presentar necesidades complejas no cubiertas. Su identificación es factible y válida y constata que la cronicidad avanzada, la fragilidad y la complejidad clínica conforman el paradigma de paliativos actual, desplazando la tradición oncológica. Esto debería suponer la adopción de adaptaciones del modelo de atención a los nuevos contextos provocados por la cronicidad evolutiva a la comunidad, así como la asunción de nuevas competencias por parte de los profesionales de la atención primaria."