El estudio completo para detectar la presencia de lesión subclínica asociada a hipertensión incluye muchas pruebas, explica Anna Oliveras, jefe clínico del servicio de nefrología del Hospital del Mar, «como analíticas, electrocardiogramas, ecografías del corazón, de las arterias carótidas, conocer la velocidad de onda del pulso, la presencia de insuficiencia renal, etc. y, en la práctica, hacer un estudio tan extenso, no es posible en todas partes». Poder detectar de forma efectiva, sencilla, rápida, no invasiva y económica esta lesión subclínica facilita la detección precoz de daño vascular, indicando la necesidad de extremar las medidas de tratamiento y de prevención adecuadas para evitar complicaciones graves y secuelas a los pacientes, así como gastos al sistema.
Este estudio, realizado con una muestra de más de 350 pacientes hipertensos resistentes, ha sido posible gracias al registro nacional de Hipertensión resistente de España, en el marco de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial y determina que midiendo la excreción de albúmina urinaria con una simple analítica de orina (que hay que confirmar en, al menos, 2 determinaciones), prueba no invasiva y económica, se puede mejorar la evaluación del riesgo del paciente. Esto, junto con la determinación de su presión sistólica nocturna puede facilitar una mejor evaluación del riesgo cardiovascular real asociado a la hipertensión.
Los hipertensos resistentes son aproximadamente un 20% del total. «Si tenemos en cuenta que en el año 2025 se estima que habrá un 60% más de hipertensos que actualmente y las cifras se situarán en torno a los 600 millones de afectados en todo el mundo, la repercusión de las consecuencias de la hipertensión son de enorme trascendencia», explica Anna Oliveras. Según esta especialista, «en España, el 30% de la población tiene la presión elevada y la cifra prácticamente se duplica cuando nos referimos a pacientes de 65 años o más. Poder disponer de herramientas económicas y fiables que nos indiquen qué enfermos tienen un riesgo de sufrir enfermedad orgánica grave derivada de esta hipertensión y, por lo tanto, qué enfermos tienen mal pronóstico, es fundamental para poder establecer las medidas adecuadas para atenuar y prevenir las graves secuelas de la hipertensión».