La dermatitis atópica (DA) de intensidad moderada o grave se caracteriza por lesiones cutáneas que pueden llegar a cubrir gran parte del cuerpo y pueden ir acompañadas de picor constante e intenso, sequedad, grietas, así como de eritema y descamación de la piel. El picor intenso es uno de los síntomas más molestos para los pacientes y puede ser incapacitante. Además, las personas con dermatitis atópica de moderada a grave ven mermada su calidad de vida ya que la enfermedad suele comportar interrupción del sueño y síntomas importantes de ansiedad y depresión. Según explicó Ainara Rodríguez, “dos de cada tres afectados refieren ser incapaces de mantenerse dormidos toda la noche, ya que se rascan continuamente; es un picor que no se calma, lo que no les permite descansar, ni disfrutar de una vida normal”.
En este contexto, la especialista hizo hincapié en que la prevalencia de esta enfermedad es mayor en los países desarrollados, y esto es debido a lo que se conoce como la teoría de la higiene, que se basa en que la excesiva esterilización acaba afectando a nuestro sistema inmune, que reacciona de forma exagerada.
Javier Ortiz de Frutos explicó que la sensación que tiene un paciente con dermatitis atópica es parecida a la que podemos sentir cuando tocamos una ortiga. Es una enfermedad que produce una estigmatización, un rechazo social, ya que cuando las lesiones se tienen en la cara es inevitable una merma en su calidad de vida.
Asimismo, De Frutos comentó que en más del 90% de los casos no es necesario contar con pruebas complementarias, lo difícil es el manejo de la enfermedad. “El mensaje al paciente es que no podemos curarle la enfermedad, pero sí mejorarle. Para conseguir esto hay que bajar la inflamación de la piel, que es lo que causa el picor, pero también hay que mejorar la función barrera, utilizando un régimen de hidratación particular y muy intenso”.
Destaca este especialista que “en el presente usamos un tratamiento tópico, siendo los corticoides nuestra principal arma; si esto no funciona, usamos fototerapia, y si no funciona, tratamientos sistémicos: corticoides orales, ciclosporina o inmunosupresores.”
Próximamente se prevé la comercialización en España de dupilumab (Dupixent®), un medicamento biológico dirigido a adultos con dermatitis atópica (DA) de moderada a grave al que la Comisión Europea del Medicamento ya ha dado luz verde. Efectivo a corto y medio plazo y con muy pocos efectos secundarios, este tratamiento viene en una jeringuilla precargada y puede autoadministrarse como una inyección subcutánea cada dos semanas después de la dosis de carga inicial. También se prevé la comercialización de un nuevo tipo de antiinflamatorio en pomada indicado para la dermatitis leve moderada.
Como broche final, tres pacientes afectados de esta enfermedad explicaron cómo es una enfermedad que no da tregua, y en la que compartir sentimientos y vivencias con otros pacientes aporta grandes dosis de ánimo, lo que les ha llevado a constituir recientemente la Asociación de Afectados de Dermatitis Atópica (AADA).