María Blasco ha recogido el premio de manos de Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y de Arturo Fernández-Cruz, presidente de la Fundación Fernández-Cruz, en el marco de la XXXVI Lección Memorial Fernández-Cruz, que este año ha tratado los distintos avances médicos y científicos para retrasar nuestro reloj biológico, título de esta edición de la jornada.
Telómeros, la clave en la lucha contra el cáncer
Durante su conferencia “Telómeros; nuevas dianas terapéuticas para cáncer y envejecimiento”, la directora del CNIO ha destacado que “cáncer y envejecimiento son dos procesos relacionados”.
“Mientras somos jóvenes es muy raro que suframos enfermedades que no son infecciosas. Las enfermedades como el cáncer y las afecciones cardiovasculares tienen una causa común que es el proceso de envejecimiento”, ha indicado Blasco, quien ha señalado que una de las causas del envejecimiento es el acortamiento de los telómeros. “Los telómeros se acortan como consecuencia del proceso de división celular. Obviamente, la naturaleza tiene un antídoto que se llama telomerasa”, ha explicado la investigadora”.
María Blasco ha explicado el trabajo que están realizando en el CNIO para introducir “vectores asociados a la telomerasa para compensar las deficiencias de los adultos”. Además, gracias a los vectores que se están realizando, la telomerasa no se introduce en el genoma.
Arturo Fernández-Cruz, catedrático de Medicina Interna y presidente de la Fundación Fernández-Cruz, ha destacado que “cada vez conocemos más cómo los telómeros definen el riesgo de padecer cáncer y envejecimiento. Son en realidad nuestros guardianes para defendernos de una respuesta genética compleja que da lugar a la expresión de las enfermedades”.
Hoy ya sabemos que “inducir la telomerasa hace posible la inmortalidad”, y ha continuado afirmando que “tenemos las herramientas para borrar la basura o el daño del ADN que se produce según envejecemos. El reto está en aplicarlo en nuestra medicina”.