Las placas de cinco calles del distrito de Gràcia, además de la placa de la plaza de la Vila, estarán tapadas durante tres días, para que los transeúntes puedan ponerse en la piel de una persona que empieza a sufrir síntomas de Alzheimer. La campaña también se ha extendido a las redes sociales, bajo la etiqueta #CallesEnBlanco, con un vídeo en el que se muestra la reacción de la gente al ver los nombres de las calles en blanco, y que invita a colaborar en la investigación en prevención.
Jordi Camí, director de la Fundación Pasqual Maragall, ha destacado que «es importante concienciar a la ciudadanía sobre los efectos de una enfermedad que nos puede tocar a todos y que solo podremos detener con más y mejor investigación científica». Y ha añadido, en cuanto a la investigación en este ámbito: «Es clave avanzar en la identificación precoz y la prevención, para evitar o atrasar la aparición de nuevos casos».
Estudio pionero
Un estudio reciente, realizado por los profesionales del centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center, ha revelado que las personas con un mayor riesgo genético de desarrollar Alzheimer, es decir, las portadoras de dos copias del alelo e4 del gen APOE, tienen mayores probabilidades de presentar anomalías vasculares en el cerebro. En concreto, han identificado que las personas sanas de edad media y portadoras de este gen tienen un riesgo más elevado de presentar hiperintensidades de sustancia blanca en el cerebro
Las hiperintensidades de sustancia blanca pueden ser detectadas mediante una resonancia magnética, y se cree que podrían ser causadas por anomalías de la microcirculación sanguínea cerebral. Son más frecuentes en personas de edad avanzada y en personas con factores de riesgo vascular. Aunque normalmente no provocan síntomas, están consideradas como un factor de riesgo del Alzheimer, la demencia vascular y el infarto cerebral.
La relación entre el Alzheimer y los factores de riesgo vascular es estrecha, ya que comparten numerosos factores de riesgo, tales como el sedentarismo, la hipertensión, la obesidad, la diabetes y el consumo de tabaco. Como apunta Juan Domingo Gispert, jefe de Neuroimagen de la Fundación Pasqual Maragall, el hallazgo pone de manifiesto que «el control de los factores de riesgo modificables en los individuos con un mayor riesgo genético de desarrollar Alzheimer es una buena estrategia preventiva para reducir la aparición de la demencia». Según varios estudios recientes, controlando estos factores de riesgo podría evitarse uno de cada tres casos de Alzheimer. Así, hacer ejercicio de forma regular, seguir una dieta equilibrada, tener una vida social activa, no fumar y controlar el colesterol, la hipertensión y los niveles de glucosa, entre otros factores de riesgo vascular, es clave también para prevenir el Alzheimer.
Para la elaboración del estudio, los investigadores analizaron la asociación entre los distintos genotipos del gen APOE y los factores de riesgo vascular con las hiperintensidades de sustancia blanca, en una muestra de 575 voluntarios del Estudio Alfa, 78 de los cuales presentaban un elevado riesgo genético de sufrir Alzheimer (eran portadores del APOE-e4/e4). Este número de portadores sanos convierte la investigación en el estudio con la mayor muestra analizada hasta el momento en todo el mundo de personas sanas con riesgo genético de desarrollar el Alzheimer.
Los resultados del presente estudio han sido publicados en la revista científica Journal of Cerebral Blood Flow & Metabolism, y presentados en el Congreso Internacional de la Alzheimer’s Association.