La guía describe los factores de riesgo asociados a la desnutrición como la disfagia (que afecta entre el 30-40% de las personas mayores), los problemas buco-dentales, el riesgo de aislamiento social, las enfermedades que cursan con anorexia o aumento de las pérdidas de nutrientes (vómitos, diarreas), la polimedicación o la depresión.
También permite hacer un cribado y una evaluación a partir de un test observacional y una breve encuesta. En función de los puntos obtenidos se obtiene una valoración del estado nutricional del paciente. La guía también describe un plan de intervención nutricional en el que se determina el tipo de textura de la dieta, y alimentos que es necesario que la conformen.
La guía ha contado también con el apoyo del Programa de prevención y atención a la cronicidad, y el Plan Interdepartamental de atención e interacción social y sanitaria del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.