Silvia Estebarán
El perfil mayoritario de la muestra sobre la que se ha llevado a cabo el estudio, es de mujeres en edades comprendidas entre los 25 y los 45 años con hijos menores de 12 años. Entre los participantes de la muestra, ellas cuentan con un nivel de estudios superior al de ellos y en ambos géneros es mayoritario el porcentaje de los que trabajan por cuenta ajena. De los hombres y mujeres encuestados, la mayoría estaban casados o convivían en pareja. Un 6% estaban solteros/as, y sólo un 1% estaban divorciados, separados o viudos.
Tal y como explicó Nuria Chinchilla, directora del centro de Investigación I-WILL-IESE, en el Estudio IESE-Ordesa se analizan los factores que limitan el pleno desarrollo personal, familiar, laboral y social de las mujeres que son madres; y entre sus conclusiones, destacan los obstáculos que frenan los avances en las madres trabajadoras que son principalmente: el micromachismo, la falta de un reparto ecuánime de las responsabilidades y tareas familiares y las estructuras jerárquicas rígidas en las empresas. Y es que "Las mujeres encuestadas consideran que, aunque trabajen a jornada completa, participan de forma más activa en el cuidado de los hijos y las tareas del hogar que los hombres, lo que supone que acaban realizando una doble jornada. Casi el 70% manifiesta tener una sobrecarga de roles profesionales y familiares”.
Ante esta situación, José J. Alonso, director de Laboratorios Ordesa, afirmó que “las empresas tenemos la responsabilidad de facilitar entornos laborales que favorezcan la integración de la vida laboral, familiar y personal, para atraer y fidelizar el talento femenino”.
Entre las principales demandas que expresa el Estudio IESE-Ordesa se encuentran la posibilidad de contar con unos horarios más racionales, mayor flexibilidad laboral y la revalorización del papel de las familias en la sociedad. “La maternidad no puede suponer tener que renunciar al trabajo o a promocionar en la empresa. El Estado es el primero que debe abonar el terreno y quien tiene la capacidad de legislar para establecer mecanismos que eviten discriminaciones” plantea la profesora del IESE Nuria Chinchilla, coautora del estudio, que defiende que “ser un excelente empleado no está reñido con ser un buen padre o madre, sino todo lo contrario. Trabajo y familia son dos ámbitos vitales que se enriquecen mutuamente”.
A raíz de las conclusiones del Estudio IESE-Ordesa, los autores proponen una serie de recomendaciones para mejorar la situación de las familias españolas. Entre ellas, volver al huso horario que nos corresponde, adelantar el prime time de las televisiones, promover horarios comerciales que permitan a los empleados disfrutar de su familia, el teletrabajo o la posibilidad de trabajar a tiempo parcial.
Los expertos añaden también la importancia de la ampliación del periodo de baja por maternidad hasta un año, y promover cambios legislativos como, por ejemplo, regular los contratos a tiempo parcial, para que no resulten más caros; cubrir la cotización en los periodos de maternidad o paternidad; introducir en las cuentas públicas el valor del trabajo doméstico no remunerado o reformar el contrato blindado por acogerse a la jornada parcial.