Un sencillo test de tres preguntas para saber si se realiza un consumo de riesgo de cualquier bebida alcohólica, desde cervezas a espirituosas, es el elemento más destacado del folleto que el Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud de PAPPS de la semFYC ha desarrollado en coordinación con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para informar sobre qué es un consumo de riesgo y saber qué prácticas se pueden catalogar como tal, así como para concienciar a la población sobre cuánto alcohol se bebe y aportar recomendaciones para disminuir su consumo. Se estima que el consumo de riesgo de alcohol aumenta las probabilidades de tener en un futuro problemas de salud graves como cáncer, hipertensión arterial o enfermedades hepáticas, entre otros.
Aunque no existe estándar válido para toda la población —en éste actúan como atenuantes o agravantes factores como la edad, el sexo o el estado de salud, entre otras circunstancias— sí existen unos parámetros genéricos que entienden que en fechas puntuales, como serían independientemente cada una de las celebraciones que se conmemoran durante las fiestas de Navidad, se recomienda que en un día los hombre no superen las 6 UBE (unidades de bebida estándar) y las mujeres tampoco sobrepasen las 4 UBE.
Si se extrapola esta métrica a equivalencias reales, 6 UBE equivaldría a consumir en un día, por ejemplo, 1 caña de cerveza, 3 copas de vino y 1 combinado; y 4 UBE, a 1 copas de vino, 1 caña y 1 combinado.
Sin embargo, para Rodrigo Córdoba García, coordinador del Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud de PAPPS de la semFYC, “La idea que debe prevalecer es que un menor consumo va asociado a un menor riesgo: alcohol, cuanto menos, mejor”.