En la rueda de prensa de presentación Antoni Comín destacó que este nuevo modelo de atención mejorará "muy cualitativamente el derecho a la salud de las personas trans". "El sistema público de salud es para todos y todas, y por ser igualitario debe ser sensible a la diversidad desde la perspectiva de los derechos a las personas", enfatizó Antoni Comín.
El titular de Salud se refirió a la palabra clave que resume el modelo: la "despatologización" de la realidad trans y de cómo el sistema sanitario catalán aborda "esta realidad, que no es una enfermedad". Comín también se ha mostrado orgulloso por el hecho de que, con este nuevo modelo, Cataluña sea el único país de Europa que trate estas personas desde este enfoque, mostrándose convencido de que "seremos referente".
El nuevo modelo se centra en las necesidades y expectativas de la persona trans, en su autodeterminación, su autonomía y en un proceso de decisiones compartidas. Asimismo garantiza el acceso seguro a los tratamientos hormonales y el acompañamiento de las personas trans y de su entorno en el proceso de transición. Se ha consensuado entre el Departamento de Salud, la Plataforma Trans*Forma la Salut (que engloba 7 entidades), los profesionales que los atienden y las sociedades científicas.
El modelo contempla que ante una demanda de atención de una persona trans, la puerta de entrada al sistema público de salud será la nueva unidad de referencia que tendrá Cataluña. Se trata de la Unidad de Tránsito del CAP Manso de Barcelona. Los equipos de atención primaria y salud comunitaria podrán derivar a las personas trans cuando haya una demanda de asesoramiento sobre el proceso de transición, un deseo manifestado por la persona de iniciar el tránsito o problemas de salud atribuibles a este proceso de transición o al tratamiento hormonal.
Respecto a las intervenciones quirúrgicas, el Departamento de Salud ha manifestado que quiere aprovechar la experiencia acumulada por el Hospital Clínic en los últimos años, aunque no se descarta extender esta actividad a otros centros hospitalarios.
De manera general, la atención a la salud de las personas trans durante la fase de transición se hará a partir de equipos multidisciplinares desde el ámbito de la atención primaria y la salud comunitaria. Estos equipos estarán formados por médicos especialistas en atención primaria, en endocrinología y en ginecología; por enfermeras y enfermeros; por especialistas en psicología clínica y por trabajadores sociales. Y en el caso de los menores, el Departamento de Salud está desarrollando un protocolo para que se haga en el seno de equipos multidisciplinares que deberán incluir, como mínimo, pediatras, endocrinólogos pediátricos, psicólogos clínicos y enfermera o enfermero.
Todas las unidades que atiendan personas trans, entre ellas la Unidad de Tránsito del CAP Manso, deberán dotarse de protocolos clínicos que sean coherentes con el modelo de atención presentado hoy. Estos protocolos, junto con la experiencia de las unidades que hace tiempo que trabajan, serán el núcleo de la formación de los profesionales, tanto de la atención primaria como de aquellas especialidades que intervienen.
Actualmente, la atención en salud a las personas trans se concentra en el entorno de Barcelona, si bien el modelo propone que el seguimiento se efectúe desde los equipos de atención primaria. El despliegue territorial será gradual, teniendo en cuenta criterios objetivos como la demanda específica desde el territorio y la formación de los profesionales que los atiendan.
El modelo también incluirá la creación de una comisión de seguimiento donde participarán las personas trans, profesionales de los diferentes niveles asistenciales y entidades proveedoras y técnicos del Departamento de Salud. También incorporará un conjunto de indicadores para evaluar la actividad, la accesibilidad, la calidad, la eficiencia y la satisfacción de las personas atendidas. Los resultados de la evaluación permitirán una mejora continua del modelo de atención.