La muestra, que permanecerá en el Hospital Clinic hasta el 28 de julio, está conformada por 32 ilustraciones realizadas por Martin Cornwell McKeown (Reino Unido) y que tienen como objetivo mostrar a la sociedad la afectación de estas patologías de tipo dermatológico y reumático en la calidad de vida de quienes las padecen en el plano emocional, social, económico y laboral.
Por ello, las ilustraciones tratan cuestiones importantes para los pacientes, como las implicaciones de la psoriasis a la hora de enfrentarse a reuniones en el trabajo, el contacto físico con otras personas o visitar recintos públicos o de ocio, como piscinas o gimnasios. En el caso de las espondiloatritis, se busca concienciar acerca de la necesidad de nuevas herramientas para la detección precoz de estas patologías, la divulgación del conocimiento entorno a las mismas, la presencia constante del dolor en la vida de los pacientes o la inhabilitación que implican, afectando al trabajo y otras actividades sociales.
En el acto de inauguración de la exposición han participado Susana Puig, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona, Núria Guañabens, jefa del Servicio de Reumatología del Hospital Clinic de Barcelona, Santiago Alfonso, de Acción Psoriasis, Pedro Plazuelo de CEADE y Àngels Costa, de Novartis.
Susana Puig ha recordado la importancia de dar voz al paciente “para conocer mejor cómo afectan estas enfermedades a su vida personal, familiar y profesional”. Asimismo, ha destacado que la psoriasis merma mucho la calidad de vida del paciente y que se trata de una enfermedad crónica que va acompañada de una gran incerteza, ya que muchas veces evoluciona en brotes y el paciente nunca sabe cuándo se va a producir el próximo.
Núria Guañabens, destacó que “lo más importante en enfermedades como la artritis psoriásica y la espondilitis anquilosante es tener el diagnóstico a tiempo. Por este motivo, hay que trabajar en la formación al paciente para que sepa reconocer los síntomas más habituales y acuda lo antes posible al especialista” y reducir el retraso actual en el diagnóstico, que asciende a cinco años en el caso de la artritis psoriásica y a ocho en el de la espondilitis anquilosante3. Según la doctora, “en estas enfermedades el diagnóstico precoz es fundamental para evitar el avance de la patología, la pérdida de movilidad, el dolor y, por tanto, de la calidad de vida del paciente. Ir al reumatólogo y seguir sus indicaciones y aplicar los tratamientos prescritos harán que la persona afectada pueda convivir lo mejor posible con la patología que padece”.