De momento, en la revista Clinical Therapeutics se acaba de publicar la fase descriptiva del estudio, en la que se ha observado que durante el 2012 el tratamiento más frecuente en nuestro entorno ante la fibrilación auricular son los betabloqueadores, que actúan sobre la frecuencia cardiaca. Para los investigadores del proyecto "este resultado va en la línea de las recomendaciones actuales sobre el tratamiento de la fibrilación auricular crónica".
El estudio ha analizado una muestra de 11.638 pacientes a los que, al menos una vez, se les ha hecho una medida de la frecuencia cardiaca durante 2012. Se ha observado que un 66,8% de estos pacientes, es decir 7.777 pacientes, recibió al menos un medicamento de control del ritmo y / o la frecuencia cardiaca y de este porcentaje, en un 52,6% de los casos se prescribieron betabloqueadores.
Por tanto, lo que se ha observado es que los fármacos que se utilizan para el control del ritmo cardiaco y la frecuencia son mayoritariamente los betabloqueadores; si bien también se prescriben en menor medida los antagonistas del calcio, antiarrítmicos y digoxina, que tienen efectos sobre el ritmo y sobre la frecuencia cardiaca.