Se trata de un ensayo clínico, multicéntrico, realizado en centros de atención primaria de Cataluña y el País Vasco sobre 49 paciente hipertensos, mayores de 18 años, con una presión arterial ambulatoria de 24 h ≤140 y 90 mmHg, y con tratamiento antihipertensivo estable. Se excluyen los pacientes con consumo de antiinflamatorios o de otras sustancias que aumentan la presión arterial a lo largo del estudio.
Se hicieron dos grupos de trabajo. En el primer grupo se administró a los pacientes un gramo de paracetamol efervescente cada 8 h durante 3 semanas, mientras que el segundo grupo tomaba comprimidos no efervescentes. Después se cambiaron los turnos: el grupo que había tomado el paracetamol efervescente pasó a tomarlo en comprimidos, y los pacientes que la habían tomado en comprimidos lo tomaron efervescente. Se hicieron mediciones de la presión arterial ambulatoria al principio y final de cada periodo.
El 77,6% de los pacientes estudiados eran mujeres. La media de edad era de 66,9 años. Las presiones arteriales al principio de cada período no mostraban diferencias entre grupos. Al final del período de tratamiento, sin embargo, los pacientes con paracetamol efervescente presentaron una presión arterial superior respecto a las presiones arteriales del principio del estudio y los pacientes tratados con paracetamol en comprimidos.
Por todo ello Mencia Benítez, investigadora principal del proyecto e investigadora del IDIAP Jordi Gol, concluye que "hemos observado que el paracetamol efervescente produce un aumento significativo y relevante de la presión arterial ambulatoria".